La verdad sólo tiene un camino y, por eso, alguien miente con los planes para convertir el aeropuerto de Ciudad Real en un centro de acogida de emergencia y derivación (CAED) para inmigrantes adultos llegados a España a través de las costas de otras zonas del país como Canarias, Baleares, Murcia, Alicante o Almería. O el Gobierno, cuya portavoz, Pilar Alegría, aseguró ayer que se lo comunicaron a la Junta de Castilla-La Mancha como es debido, o la propia Junta, cuyo presidente, Emiliano García-Page, negó la mayor y, a la vez, disculpó a Alegría: «Alguien le ha engañado y le ha dado un mal dato. Nadie ha llamado al Gobierno de Castilla-La Mancha para explicar ni contar lo que se pretendía hacer».

Page, no se sabe si con su conocida ironía, también disculpó a Pedro Sánchez. «Estoy absolutamente convencido de que el presidente del Gobierno no lo sabía. Me hubiera comentado algo, digo yo», añadió respecto a la reunión que ambos mantuvieron en La Moncloa el pasado día 4.

La versión que ofreció Alegría en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros es que se pusieron en contacto con la Junta para «explicarle el procedimiento», aunque no aclaró en qué momento lo hicieron. Y añadió que «siempre se habla con todas las administraciones» dentro de «un clima de absoluto trabajo colaborativo y de diálogo», por lo que el revuelo que ha causado la noticia y, sobre todo, la reacción de la Junta es «artificial e irreal».

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Asimismo, aseguró que el aeropuerto manchego es uno de los «cientos de emplazamientos» en los que se han fijado para «aliviar» la presión migratoria que sufre España, en especial Canarias. Sin embargo, Alegría no dio ningún otro nombre de esos supuestos «cientos de emplazamientos».

Además, fuentes del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, que dirige Elma Saiz, justificaron que la opción del aeropuerto de Ciudad Real es por su uso «marginal». Hay que contextualizar que esta infraestructura, que en su día se pensó como una alternativa a Barajas y que costó más de 1.000 millones de euros, ha sido una ruina por su falta de demanda. Tras despegar el primer avión en 2008, cerró sólo tres años después. La empresa CRIA compró el aeropuerto en 2016 y los vuelos se retomaron en 2019 de manera casi testimonial. En los últimos tiempos ha sido utilizado como plató para el rodaje de anuncios y películas, aparte de para traer mascarillas desde China en plena pandemia.

«No lo están haciendo bien»
Horas más tarde de que hablara Alegría, Page insistió en el debate del estado de la región de Castilla-La Mancha en lo mismo que ya trasladaron a ABC desde la Junta el lunes: «La consejera de Bienestar Social (Bárbara García Torijano), al enterarse de rumores, llama a ella (a la Secretaría de Estado de Migraciones, con Pilar Cancela al frente) y de forma bastante atropellada, cuando no ofensiva, se nos dice de todo».

El presidente de Castilla-La Mancha expresó su «opinión sincera» sobre «un terreno abonado para la demagogia». «La pregunta del millón no es cómo se gestiona a los inmigrantes, la pregunta importante es cómo se pone límite a la llegada de inmigrantes. Si no se pone un orden, el problema de la gestión dentro es inacabable», considera Page.

En cualquier caso, cree que el llevar a miles de inmigrantes a «un hangar en el medio del campo» no parece la mejor de las soluciones. «El modelo es el que se aplicó a los ucranianos, que ya sé que no son negros. ¿Alguien ha creado problemas con ellos? O como hicimos con los inmigrantes repelidos por Irak. Aquí se ha hecho con humanidad. Si alguien cree que la manera es poner un centro de internación de inmigrantes en el aeropuerto de Ciudad Real, no nos lo han contado», afirmó.

Finalmente, se refirió a «un fondo muy sospechoso» y a que «alguien no está haciendo las cosas bien en el Gobierno» sin dar más detalles. Adelantó que hoy mismo enviará un informe jurídico al Ejecutivo de Sánchez en el que se explica que el aeropuerto manchego es un proyecto de singular interés (PSI) que no permite el uso residencial. Por tanto, es «ilegal». Y a última hora del debate reveló que la sociedad que gestiona este aeropuerto «tiene alguna relación con un tal Aldama, que, por cierto, nos intentó colar las mascarillas, pero el consejero de Sanidad estuvo listo».

También se pronunció el presidente de Canarias, Fernando Clavijo (CC), para añadir que «todo depende de las condiciones con las que vayas a albergar y qué atención le das» a los inmigrantes. Lo que sí tiene claro es que el tema «no está siendo abordado por parte del Gobierno en toda su integridad», ya que se trata de «algo estructural» y se afronta como si fuera «extraordinario» cuando «va a durar muchísimo tiempo». Su receta pasa por «hacer una mejor labor de control de las fronteras» y «no mirar de lado o ponerse de perfil».

Mientras, la portavoz de Vox en el Congreso, Pepa Millán, recordó a Page que «es su partido el responsable del drama humanitario de las consecuencias nefastas de la inmigración ilegal en nuestro país», pidiéndole «que frene las políticas de efecto llamada que sufren todos los españoles, independientemente de a quién voten».

Por su parte, la diputada de Compromís y portavoz adjunta de Sumar, Águeda Micó, señaló: «Hacen falta centros para poder ayudar a las personas migrantes, pero tienen que ser centros con garantías humanitarias».

En clave regional, el presidente del PP y líder de la oposición en Castilla-La Mancha, Paco Núñez, animó a Page a pedir la dimisión de Sánchez y a no apoyar desde el PSOE regional su reelección como secretario general si este asunto acaba materializándose. Y le recordó que era consejero con José María Barrera cuando se gestó «el desastre» del aeropuerto de Ciudad Real, uno de los factores más determinantes en «la caída de Caja Castilla-La Mancha». Palabras más gruesas utilizó su número dos, Carolina Agudo, quien acusó al socialista de estar «compinchado» con Sánchez, a lo que Page respondió con una larga cambiada: «Deben ser los únicos que lo piensan en España».

Tragsa niega las máquinas
El alcalde de Puertollano, Miguel Ángel Ruiz (PP), mostró su «indignación» y comparó el futuro centro de acogida con un «Guantánamo manchego», mientras que su homólogo en Ciudad Real, Francisco Cañizares, habló el lunes de «campo de concentración» y ayer agregó que el aeropuerto podría acoger hasta 3.000 inmigrantes.

Cañizares también aseguró que ya había máquinas de Tragsa acondicionando la zona. Consultada por este periódico, la empresa pública lo desmintió. Las máquinas están trabajando en extraer áridos para la restauración de una mina, «nada que ver con el tema de migraciones».