Un buque de la Marina italiana deportó este lunes a Albania al primer grupo de migrantes rescatados en el Mediterráneo, que ocuparán los centros levantados en ese país por Italia para proceder a su identificación y retención mientras se gestionan los trámites fronterizos, confirmaron a Efe fuentes oficiales.

Los solicitantes de asilo que viajan en la nave militar Libra han sido sometidos a un primer control a bordo para verificar que cumplen los requisitos: proceden de países seguros, masculinos y no vulnerables, según fuentes del Ministerio italiano del Interior, que está a cargo de la iniciativa.

Thank you for watching

La intención de las autoridades italianas es acelerar los procedimientos en los centros de Schëngjin y Gjadër. Su instalación es el resultado de un polémico acuerdo entre Roma y Tirana que externaliza en suelo albanés la gestión de solicitud de asilo y posible repatriación de personas rescatadas en el Mediterráneo que busquen llegar a Italia.

El líder de Vox, Santiago Abascal, observa al presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, en el Congreso el pasado mes de julio.
Feijóo se reunirá este jueves con la ultra Meloni para hablar sobre migración
Ambos centros se encuentran operativos desde la semana pasada, cuando el ministro italiano del Interior, Matteo Piantedosi, adelantó que el traslado de migrantes procedentes del norte de África comenzaría lo antes posible y que Europa se ha fijado el objetivo de “reforzar” el sistema de deportaciones.

La televisión albanesa mostró el pasado viernes imágenes del centro de Gjadër, en el noroeste de Albania, que además de alojamientos con camas, dispone de una sala médica operativa, un laboratorio de análisis, una sala con instrumentos para radiografía y ecografía, y otra para visitas psicológicas y psiquiátricas.

Foto aérea de uno de los centros de detención construidos por Italia en territorio albanés
Foto aérea de uno de los centros de detención construidos por Italia en territorio albanés. — Adnan Beci / AFP
Los dirigentes justifican el acuerdo
“El acuerdo estipula que los migrantes no pueden abandonar las instalaciones y vagar libremente por Albania”, explicó el primer ministro albanés, Edi Rama, sobre el acuerdo entre ambos países, muy criticado por la oposición italiana y las organizaciones humanitarias de rescate de migrantes. Sin embargo, varios Gobiernos europeos han mostrado interés en replicar la iniciativa.

El líder ultraderechista Matteo Salvini.
Piden seis años de cárcel para el ultra Salvini por impedir el desembarco de inmigrantes del Open Arms
“¡Qué escándalo! Un gobierno que con un claro mandato recibido de los ciudadanos trabaja para defender las fronteras de Italia y detener el tráfico de personas, a través de acciones concretas y acuerdos internacionales”, escribió anoche la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, en sus redes sociales para responder a la ONG Sea Watch.

La organización alemana había acusado a Meloni de gastar “cientos de millones de euros de los contribuyentes para deportar y encarcelar a unos pocos miles de migrantes en Albania”. Añade que “quizás los impuestos de los italianos puedan gastarse mejor, para acoger e incluir, en lugar de rechazar”.
Según la líder de la oposición italiana, la progresista Elly Schlein, los centros de internamiento “violan los derechos de los solicitantes de asilo en el territorio de la República Italiana, (ya que) Albania está fuera de Italia”. Además, estima el coste en al menos 800 millones de euros, y se pregunta, “¿no podrían dedicarlos a la sanidad pública, donde hay escasez de médicos y enfermeras, en lugar de utilizarlos para violar los derechos humanos?”.

El aeropuerto de Ciudad Real. EFE
La Junta de Castilla-La Mancha se opone a crear un “campo de refugiados” en el aeropuerto de Ciudad Real
Interés en Europa por replicar esta iniciativa
Pese a que este pacto de deportaciones se ha establecido entre Italia (país miembro de la Unión Europea) y Albania (país que está en proceso de adhesión a la Unión Europea), no es un caso aislado.

Ursula Von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, ha planteado a los 27 países miembros un endurecimiento de las políticas migratorias, entre las que se incluye imitar la iniciativa de Meloni con Albania.