A lo largo de 2023, el último año completo que es posible analizar, los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Alicante atendieron a 45.560 personas, el doble que hace cinco años y, lo que quizá es más significativo, un 39% desde 2021. Tal como se recoge en la Memoria elaborada por los técnicos municipales, esa cifra señala que “una vez superada la emergencia social u sanitaria provocada por el Covid, persiste el deterioro de las condiciones de vida en los sectores de la sociedad más vulnerables, debido en gran parte a la inflación y la crisis energética”.

De esas más de 45.000 personas atendidas, el 12,8% de la población censada, un tercio son personas mayores de 64 años, el número más alto en toda la serie estadística. La quinta parte de los alicantinos en edad de jubilación tiene una carpeta abierta en el departamento municipal de Bienestar Social.

En solo dos años, se ha duplicado el número de residentes nacidos fuera de España asistidos por Bienestar Social
Para los técnicos municipales, sin embargo, el dato más significativo es el notable aumento del número de personas extranjeras que requirieron atención, que alcanzó casi las 13.000, un 28,4% del total de ciudadanos atendidos por los servicios sociales de Alicante. En solo dos años, se ha duplicado el número de residentes nacidos fuera de España asistidos por Bienestar Social, un dato que se halla en consonancia con el reciente aumento de inmigrantes llegados a la ciudad.

De hecho, el padrón municipal registraba el 1 de enero de 2023 un total de 362.029 habitantes, una aporte de casi 12.000 censados más en solamente un año, que se debió en exclusiva a la llegada de población extranjera, dado que la variación interanual de población española continúa en saldo negativo desde 2018.

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Esta variación de 15,4 puntos en el crecimiento de población extranjera ha provocado un aumento de población generalizado en todos lo barrios, más acentuado en aquello que han elegido para instalares: el Pla, carolinas Altas y Virgen del Remedio. Colombia (2.744), Argelia (1.300) y Rusia (1.177) son los países que más nuevos alicantinos sumaron en 2023.

No obstante, dicho aporte poblacional, predominantemente de edad productiva (entre 16 y 64 años) ha modificado por primera vez la tendencia en el Índice de Dependencia, que se sitúa por debajo del 50% (49,70%) por primera vez desde hace más de una década. Lo que significa que hay más personas en edad productiva que económicamente dependientes.

Van perdiendo peso proporcional las ayudas económicas, que suponían en 2020 el 46% de los recursos, frente al 34,8% actual
Un dato alentador es que la evolución del riesgo de pobreza en la comarca según datos del IVE es positiva. Si en 2021 la Tasa AROPE (Tasa de población en Riesgo de Pobreza y/o Exclusión Social) se situaba en el 36%, dicha tasa descendió casi 10 puntos, hasta situarse en el 26,3%, en 2022.

Por barrios, la mitad de las personas atendidas en Servicios Sociales se concentran en los de la Zona Norte y la Zona Sur. En su análisis, a los técnicos les llama la atención el patrón que se reproduce e intensifica año tras año, “que pone de manifiesto una brecha de género cada vez más amplia y una feminización de la pobreza y la exclusión social como fenómeno crónico”. Y es que el número de mujeres se aprecia muy superior, y llega incluso a duplicar al número de hombres atendidos en franjas de edad como entre 25 y 44 años (edad reproductiva) o la llamada Cuarta Edad (a partir de 80 años).

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Otra datos significativo, es que en la distribución de la asistencia continúa la tendencia que se observa desde 2020: van perdiendo peso proporcional las ayudas económicas, que suponían entonces el 46% de los recursos, frente al 34,8% actual, mientras han ido adquiriendo mayor envergadura los recursos de tipo informativo o de trámite, que en 2020 supusieron el 33% y en 2023 suponen ya 46,4% del total de recursos gestionados.

La mitad latinos, el 22% magrebís y un 11% entre rusos y ucranianos
Realizando el análisis por regiones de origen, se observa en 2023 un descenso de 4 puntos en el peso del colectivo procedente la Europa extracomunitaria, pasando del 15% al 11% de las personas atendidas. El flujo procedente de Ucrania y Rusia se ha estabilizado, aunque permanecen abiertas más de 1.200 carpetas con titulares procedentes de alguno de estos países.
El segundo gran colectivo es el procedente del Magreb, especialmente de Argelia y Marruecos, que en 2023 supusieron el 22% de las carpetas de titularidad extranjera activas. Las personas y familias magrebíes con las que trabaja Bienestar Social se asientan preferentemente en los barrios de la Zona Norte. El 43,6% de las personas usuarias de servicios sociales de origen magrebí tiene su carpeta abierta en el Equipo Social de Zona Alicante Norte.
En todo caso, sigue siendo la comunidad latinoamericana la de mayor peso en los servicios sociales municipales, puesto que representan más de la mitad de las personas extranjeras atendidas, 4 puntos más que el año anterior. Esto viene a condicionar en gran medida la carga de trabajo del Equipo Social de Zona Alicante Este, puesto que tampoco la comunidad latina se distribuye de manera homogénea por el municipio, sino que tiende a concentrarse en determinados barrios, como Plá, Carolinas, Los Ángeles, Altozano y Campoamor.