El Brexit ha complicado las relaciones del Reino Unido con la Unión Europea en muchos aspectos. No sólo es más difícil intercambiar productos y mercancías, o regularizar trabajadores. Los obstáculos serán muy pronto cada vez mayores para quienes visiten el país temporalmente con la intención de hacer turismo, visitar a familiares o realizar negocios.

A partir del 2 de abril de 2025, los ciudadanos procedentes de la Unión Europea que quieran viajar temporalmente al Reino Unido deberán contar con una Autorización Electrónica de Viaje (ETA, por sus siglas en inglés).

Se trata de un permiso de viaje vinculado digitalmente al pasaporte, que las autoridades británicas han puesto en marcha se creó en noviembre de 2023 para garantizar controles de seguridad más estrictos en las fronteras del país, «lo que ayuda a prevenir el abuso de nuestro sistema de inmigración», según indica la web oficial del gobierno británico.

En la práctica funciona como un visado, que actualmente no es necesario para los ciudadanos de la Unión Europea que realicen visitas inferiores a seis meses para hacer turismo, visitar a familiares y amigos, por negocios o estudios.

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También necesitarán la autorización ETA quienes visiten en país durante un máximo de tres meses con un visado para trabajadores creativos, o transiten por un aeropuerto del Reino Unido (incluso si no se va a pasar por un control fronterizo).

Obligatorio para todas las edades
La Autorización de Viaje Electrónica será obligatoria para los ciudadanos comunitarios de cualquier edad, lo que incluye a niños y bebés que quieran entrar como visitantes en territorio británico o de Irlanda del Norte a partir del 2 de abril de 2025, y podrá solicitarse desde el 5 de marzo de ese año.

Actualmente es obligatorio para los ciudadanos de Bahrein, Kuwait, Omán, Catar, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos, pero en los próximos meses se ampliará en distintas fases a los turistas del resto de países: el 8 de enero lo necesitarán los no europeos, y desde el 2 de abril los comunitarios.

No hará falta una ETA para quienes cuenten con un visado de entrada, un pasaporte británico o irlandés (incluidos los territorios de ultramar), o un permiso para vivir, trabajar o estudiar en el Reino Unido.

La autorización se puede solicitar en la página web del Gobierno británico o en la aplicación móvil ‘UK ETA’, disponible tanto para Android como para iOS.

Para iniciar el trámite se necesita el pasaporte con el que se viajará (no vale fotocopia ni pasaporte digital), acceso a un correo electrónico, y una tarjeta de crédito, de débito, Apple Pay o Google Pay. Además, habrá que cargar o tomar fotografías del pasaporte y del rostro de la persona solicitantes.

La respuesta por parte de las autoridades británicas llegará, «generalmente», en un plazo de tres días hábiles, aunque también es posible obtenerla antes. La persona solicitante recibirá entonces un correo electrónico confirmando que ya tiene una ETA, vinculada al pasaporte con la que realizó la petición.

Cuesta 10 libras (casi 12 euros, al cambio actual) y tendrá validez durante dos años, o hasta que expire el pasaporte. Con ella se puede viajar el Reino Unido en ese espacio de tiempo tantas veces como se quiera. Si se obtiene un nuevo pasaporte, habrá que solicitar otra autorización.