La escasez de vivienda puede «ahogar» la inmigración y restar crecimiento económico
En los próximos dos años se construirán un 17% más de viviendas, una tasa «completamente insuficiente» para las necesidades, lo que seguirá presionando al alza los precios, según un informe de BBVA Research
Diario Vasco, , 15-10-2024La crisis de la vivienda tendrá su repercusión en el crecimiento económico tan vigoroso de España. Pese a que todos los organismos están actualizando al alza sus previsiones del Producto Interior Bruto (PIB) para este año y el que viene, los analistas de BBVA Research reconocen que los elevados precios de la vivienda por la «evidente falta de oferta» pueden convertirse en un «cuello de botella» que «ahogue» la inmigración, lo que a su vez repercutirá directamente en el crecimiento del país, sobre todo en las grandes capitales.
Las proyecciones de llegadas de inmigrantes están superando las expectativas del INE que auguraban que en la próxima década vendrían a nuestro país unas 3 millones de personas a razón de 300.000 al año. «Estas personas necesitan una vivienda, pero si es un bien escaso y caro se puede convertir en un factor limitante de la propia inmigración», explica Rafael Doménech, director de Análisis Económico de BBVA Research. Es más, desde el gabinete de estudios de la entidad reconocen que los altos precios de la vivienda pueden afectar también a la movilidad geográfica de los trabajadores nacidos en España, que empiezan a rechazar ofertas de trabajo en Madrid o Barcelona por este motivo.
BBVA Research calcula que la economía crecerá un 2,9% en 2024 y asume que España tirará de Europa porque el continente se está «sesgando hacia los servicios»
Según sus cálculos, en los próximos dos años se construirán solo un 17% más de viviendas, lo que sigue siendo «completamente insuficiente» para aliviar el problema de la falta de oferta. El Banco de España estima que se necesitarían unas 600.000 viviendas, y se están construyendo 120.000 en todo el país anualmente. «La falta de oferta seguirá presionando al alza los precios», auguran los economistas de BBVA Research.
Pese a ello, el organismo prevé que la economía española crezca un 2,9% este año y un 2,4% el que viene, cuatro y tres décimas más respectivamente que en sus cálculos anteriores. La razón fundamental es la revisión al alza que hizo el INE de sus series estadísticas hace unas semanas y la sorpresa positiva de la inflación.
Escasa inversión
Los economistas esperan que tras crecimientos trimestrales del 0,8% en los dos primeros tramos del año, en el tercer trimestre la economía siga avanzo a un ritmo del 0,7% para cerrar el año creciendo un 0,6%. Aseguran que la demanda interna está creciendo más de lo previsto gracias al consumo y a pesar de la debilidad de la inversión, aún por debajo de los niveles previos a la pandemia.
De hecho, la única pata de la inversión que presenta un crecimiento algo mayor y lo hace tímidamente es en vivienda nueva. Está incentivada por las perspectivas de crecimiento de la demanda y una mayor estabilidad en la evolución de los costes de las promotoras.
España, ‘locomotora’ europea
Con todo, España seguirá siendo los próximos años el país que tire de la economía europea, muy afectada por la crisis de las manufacturas. En Europa la previsión de crecimiento es del 0,7% en 2024 y del 1,5% en 2025, tres veces por debajo del avance de España. Esto es efecto de la pandemia, porque en España sufrió más y ahora se está recuperando de forma más acelerada y porque Europa se está «sesgando hacia los servicios».
Esto significa que España está sabiendo aprovechar mejor la llegada de inmigrantes de forma que el sector servicios mejore en calidad y mano de obra, pero los costes laborales se mantengan «relativamente bajo control». «El turismo está ganando competitividad porque aunque los precios son altos no han subido tanto como en otros países competidores como Italia», explican los analistas.
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