FUTUROS IMPERFECTOS
Como en ‘La casa de papel’
La Vanguardia, , 14-10-2024Esta semana, el Europarlamento de Estrasburgo pareció La casa de papel, con buena parte del hemiciclo entonando el himno antifascista Bella ciao tras escuchar al primer ministro húngaro, Viktor Orbán. No fue nada preparado, sino la respuesta indignada de un grupo relevante de eurodiputados ante su discurso desafiante como presidente de turno del Consejo.
Orbán pronunció un parlamento nada conciliador. Se jactó de la crisis europea, de las victorias de la ultraderecha –la última en Austria– y avisó que su objetivo es cambiar la UE desde dentro. Se vanaglorió de ser amigo de Vladímir Putin y el primer fan de Donald Trump. Atacó las políticas de descarbonización promovidas por la Comisión, abogó por disponer del gas ruso y culpó a los inmigrantes de todos los males. Y no citó a Ucrania en su discurso, lo que hizo a propósito para visibilizar su discrepancia.
Hungary’s Prime Minister Viktor Orban delivers a speech at the end of the presentation of the programme for Hungary’s six-month Council Presidency, as part of a plenary session at the European Parliament in Strasbourg, eastern France, on October 9, 2024. (Photo by FREDERICK FLORIN / AFP)
Afp
El mismo día en que Orbán mostraba su verdadero rostro, El Mundo entrevistaba a Arturo Pérez-Reverte por su última novela y el escritor, que ha sido corresponsal en veinte guerras, decía que se había sentido afortunado por haber crecido en una Europa que habían forjado personalidades como Adenauer, Churchill o Juan XXIII y, ahora que asistimos a su desmoronamiento, hemos de recordar que aún constituye un espacio de libertad y progreso.
El canto a coro del ‘Bella ciao’ fue la respuesta improvisada al discurso de Orbán
La presidenta de la CE, Ursula von der Leyen, respondió a las provocaciones de Orbán, pero entró en el cuerpo a cuerpo cuando le criticó su postura sobre Ucrania: “Todavía
–dijo– hay quien culpa de esta guerra no al invasor, sino al invadido”. Y añadió: “¿Culparían alguna vez a los húngaros de la invasión soviética de 1956? ¿O a los checos y eslovacos por la represión soviética de 1968?”. El primer ministro húngaro pareció quedar noqueado por el gancho de derecha de Von der Leyen.
Guillermo Altares escribió en Una lección olvidada que la historia debería servirnos para construir una identidad colectiva, porque es importante reconocer que todos los estados europeos están conectados en su pasado de una forma u otra, así que los lazos no son políticos o artificiales. No podemos hacer caso pues a quienes han perdido la memoria e incluso extraviado el juicio.
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