Trump promete usar una ley de 1798 para deportar a los inmigrantes venezolanos de Aurora
El expresidente ha bautizado el plan como “Operación Aurora” en su primera visita a esta ciudad de Colorado, a la que ha convertido en símbolo de su demonización de los inmigrantes
La Vanguardia, , 14-10-2024Donald Trump ha visitado este viernes la “zona de guerra” de Aurora, un suburbio de Denver (Colorado) de 400.000 habitantes que ha estado usando, junto a la localidad de Springfield (Ohio), como símbolo del “crimen migrante” que según él se ha apoderado del país. Aunque numerosos estudios muestran que los inmigrantes, sean legales o indocumentados, no cometen delitos en mayor proporción que los ciudadanos estadounidenses, Trump asegura sin pruebas que esta población está tomada por un “influjo de violentos miembros de la banda carcelaria venezolana Tren de Aragua”.
En su discurso, ante un público entregado, ha anunciado un plan al que ha bautizado como “Operación Aurora”, con el que quiere invocar la Ley de Enemigos Extranjeros del año 1798 para desmantelar y atacar “cada red criminal de inmigrantes ilegales que opera en suelo estadounidense”. “Es una ley de hace mucho tiempo, ¿verdad?”, ha reconocido desde un escenario en el que se leían tres mensajes: “Deportemos a los ilegales ya”, “terminemos con el crimen migrante” y “América ocupada”, junto con las fotos de miembros de la banda criminal.
“Tres de estos matones estaban en custodia de la Patrulla Fronteriza, pero fueron liberados por Kamala, y eso que mataron a mucha gente”, ha dicho, repitiendo su falsa afirmación de que la vicepresidenta Kamala Harris es la “zarina de la frontera” y está al mando de la política migratoria. “Usan armas de estilo militar, muchas veces mejores que las que usa nuestro ejército. Son inmigrantes ilegales que vienen de zonas pobres; ¿de dónde diablos sacan esas armas?, ¿quién se las da?”, ha preguntado, sugiriendo que son los demócratas al afirmar inmediatamente después que el presidente Joe Biden está “infligiendo más daño a este país que ningún otro presidente en la historia”.
La ley permite la deportación sumaria de personas de países con los que EE.UU. está en guerra o que han invadido el país
Este plan es paralelo a su principal promesa de campaña, llevar a cabo “la mayor operación de deportación de la historia”. La ley, promulgada hace 226 años, permite la deportación sumaria de personas de países con los que EE.UU. está en guerra, que han invadido el país o que han participado en “incursiones depredadoras”.
Aunque no hay evidencia de que el Tren de Aragua esté actuando de manera generalizada en el país norteamericano, Trump ha prometido que usará la ley para deportar, sin el debido proceso, a presuntos miembros de cárteles de la droga y bandas criminales. Dada su falta de pruebas de la supuesta “invasión”, lo más probable es que, si gana las elecciones y aprueba esta ley, se tope con los tribunales.
Durante su debate con la candidata demócrata, Kamala Harris, el 10 de septiembre en ABC News, el republicano señaló que el Tren de Aragua “se está apoderando de edificios en ruinas” de Aurora, una afirmación refutada por altos funcionarios de la ciudad. De hecho, su alcalde republicano, Mike Coffman, ausente en el discurso, ha señalado en un comunicado que la visita de Trump era "una oportunidad para mostrarle a él y al país que Aurora es una ciudad considerablemente segura y no está invadida por bandas venezolanas. Mi oferta para mostrarle nuestra comunidad y reunirnos con nuestro jefe de policía para una sesión informativa sigue en pie”.
Pero Trump no se muestra dispuesto a aceptar una realidad que va en contra de su estratégica retórica, ni siquiera cuando esta ha sido desmentida por miembros de su propio partido. Para alimentar su discurso del odio, tan divisivo como movilizador, un populista necesita presentar al pueblo la distinción entre “nosotros”, los buenos, y “ellos”, los malos.
Donald Trump, candidato republicano
“Esta escoria con la que tenemos que tratar (los demócratas) son un peor enemigo que China y Rusia”
El expresidente calificó el sábado pasado en Butler (Pensilvania) a los demócratas como el “enemigo interior” que busca destruir la democracia, la economía y el país en su conjunto, y sugirió que están detrás de sus dos intentos de asesinato. En su discurso en Aurora, ha vuelto a repetirlo, añadiendo que “esta escoria con la que tenemos que tratar son un peor enemigo que China y Rusia”. Su enemigo exterior es de sobras conocido, los inmigrantes que “están envenenando la sangre” del país, y con ese discurso xenófobo logró llegar a la Casa Blanca en el 2016.
Ocho años después, ha incrementado el nivel de exageraciones, bulos y teorías de la conspiración, especialmente en las semanas finales de esta campaña electoral. Y no solo en lo que se refiere a los inmigrantes venezolanos de Aurora o a los haitianos de Springfield que, según él, “se están comiendo los perros y los gatos” del vecindario.
Los inmigrantes son su vía fácil de escape ante cualquier asunto: dice que la economía está fatal por su culpa, a pesar de que mantiene un crecimiento sostenido y el S&P 500 ha vuelto a cerrar este viernes en nuevos máximos históricos; sostiene que el crimen ha aumentado por su culpa, aunque un reciente informe del FBI muestra que aumentó al final del mandato de Trump, en el contexto de pandemia, en el que las fronteras estaban cerradas, y se ha reducido en cada uno de los tres años de mandato de Biden, mientras aumentaba el número de entradas en la frontera sur; y asegura que los afectados por los huracanes Helene y Milton no pueden acceder a las ayudas del fondo federal de emergencias por su culpa, cuando en realidad la administración se ha comprometido a costear el 100% de los gastos derivados de la reconstrucción y cuando fue el propio Trump quien retiró recursos de ese fondo para sus políticas migratorias.
Sus mentiras calan en el contexto de una sociedad muy polarizada y descreída de los medios de comunicación que, aunque se esfuercen en hacer fact-checking, siguen sin llegar a las bases trumpistas.
Lee también
Trump persevera en su incitación al odio contra los haitianos acogidos en Ohio
Francesc Peirón
El bulo de Trump acusando a inmigrantes de comerse mascotas: los moderadores le interrumpen y Harris, atónita
El bulo de Trump sobre los abortos después del nacimiento que obligó a los presentadores a responder
Agencias
El bulo de Trump sobre los abortos después del nacimiento que obligó a los presentadores a responder
Si la semilla de los bulos sobre Springfield se plantó inicialmente a través de las redes sociales, las falsedades sobre Aurora provienen de la empresa CBZ Management, propietaria de un complejo de edificios en ruinas de la ciudad, que denunció que no podía hacer reparaciones porque estaban tomados los líderes armados del Tren de Aragua. Esta declaración, acompañada de un video viral de hombres armados en uno de los edificios, le valió a Trump para hacer la generalización de que Aurora es una “zona de guerra” tomada por los criminales.
En su comunicado, el gobierno republicano de la ciudad lamentó que “determinadas personas y entidades hayan calificado erróneamente a nuestra ciudad basándose en algunos incidentes concretos” y acompañó su declaración con datos: “los delitos graves se han reducido más del 17% en Aurora”.
El discurso de Trump en Aurora ha estado plagado de sus habituales mentiras, más allá de la inmigración: ha dicho que lidera las encuestas en Colorado (cuando Harris le aventaja por más de 10 puntos), que el gobernador demócrata de ese estado lideró el intento fallido de sacarlo de las papeletas (cuando fue una agrupación de vecinos la que lideró la impugnación de su papeleta electoral por su papel en el asalto al Capitolio) o que a diferencia Harris él no lo necesita teleprompter (cuando lo usa en todos sus discursos y es visible desde todos los ángulos), entre otras falsedades que han monopolizado su hora y media de discurso.
(Puede haber caducado)