PABLO ALCALÁ

LAS PALMAS. El Ministerio de Interior sigue fletando estos días desde Canarias «entre uno y tres vuelos diarios» a destinos peninsulares, según relataron a ABC fuentes de la Confederación Española de Policía.

Ayer, cuarenta inmigrantes desembarcados en Madrid fueron «despachados en 18 minutos» en las dependencias policiales a las que fueron trasladados, antes de ser liberados en las calles de la capital. El tiempo que los inmigrantes estuvieron en comisaría sirvió para aplicar el único trámite del que la Policía es responsable cuando se recibe un nuevo vuelo con «sin papeles», es decir, la toma de la huella dactilar, una fotografía y un nombre, para tener un control posterior sobre los pasos que los inmigrantes seguirán en nuestro país.

Hasta la fecha unos 13.000 inmigrantes subsaharianos han sido «derivados» a diversas ciudades de la Península, desde Canarias. Ayer, el delegado del Gobierno en el Archipiélago ofreció las cifras actualizadas de entrada y distribución actual de la inmigración africana por vía marítima a Canarias.

En total, 18.514 inmigrantes han cruzado la frontera sur de España a bordo de cayucos; de ellos, 5.070 permanecen retenidos en las 5.446 plazas de las que dispone Canarias para, según la Ley de Extranjería, retenerlos durante cuarenta días, tiempo que se dedica a tratar de tramitar su repatriación.

Negar el desbordamiento

Los centros de retención habilitados han visto crecer su capacidad a medida que se iba precisando de mayor aforo. Erigidos a priori para albergar a unas 700 personas, han visto triplicada su capacidad y con ello su volumen. Según las cifras ofrecidas ayer, «2.453 ocupan las 2.472 plazas (sic) de Las Raíces»; hace sólo una semana, durante la visita de Zapatero a varios centros de Canarias, su capacidad era de 472 plazas menos.

Las dos gigantescas extensiones de tiendas de campaña militares, situadas en ambas islas capitalinas, ocupan ahora gran parte de la superficie disponible en los acuartelamientos militares en que se ubican. Efectivamente, su ampliación es sencilla. Basta con montar una nueva tienda de campaña para contar con 16 nuevas plazas en los campamentos. La Delegación del Gobierno ha negado el desbordamiento de estos centros una y otra vez, amparados no obstante en esta circunstancia.

Sólo un ocho por ciento de los inmigrantes llegados a Canarias han sido repatriados, sin que hasta la fecha se haya conseguido aumentar o reforzar los convenios de repatriación con más países africanos, por lo que la derivación sigue siendo la única opción para no contravenir el límite de retención impuesto por la Ley, y lidiar a un tiempo con los deseos y necesidades de la Comunidad autónoma de Canarias, «incapaz de absorber sola el flujo de la inmigración recibido este año».

Aumento de pequeños delitos

La Confederación Española de Policía relató además a este periódico que se ha detectado «un leve aumento de los delitos menores cometidos por subsaharianos» en Madrid. «Pese a que este tipo de inmigrantes se caracteriza por todo lo contrario; no suelen dar ningún tipo de problemas y su índice de delincuencia es habitualmente insignificante»», en los últimos meses se ha producido un leve aumento de pequeños hurtos y otros delitos «relacionados con la supervivencia», indicó el portavoz del colectivo policial.

Esta circunstancia no extraña a los responsables de la CEP, toda vez que, según declaró su portavoz, «si te dejan en un país extraño con un euro, un bocadillo, un billete de metro y ninguna perspectiva de trabajo, cualquiera de nosotros optaría por cometer pequeños robos».
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