Paso al Donald Trump tunecino
La victoria sin oposición de Kais Said en las elecciones presidenciales de Túnez reafirma su deriva populista y antidemocrática
La Vanguardia, , 10-10-2024El norte de África tiene un discípulo aventajado de Donald Trump. El presidente tunecino, Kais Said, revalidó este domingo su mandato con el 90,96% de los votos, un resultado similar al que consiguió el dictador Zin el Abidin Ben Ali en 2004, cuando llegó al 94,49% en unas elecciones de cartón piedra.
La victoria sin rival de Said –una docena de candidaturas opositoras fueron rechazadas y uno de sus dos rivales fue encarcelado cinco días antes de los comicios– reafirman una viraje autoritario y populista que, advierten los críticos, pone en serio riesgo la democracia de Túnez después del optimismo post primavera árabe, que se inició precisamente en suelo tunecino y derrocó al dictador Ben Ali en 2011.
Resultado poco transparente
Said obtuvo el 90,96% de los votos, un resultado similar al del dictador Ben Ali en 2004, cuando llegó al 94,49%
Said, profesor de derecho y tertuliano que fustigaba a la clase política desde los platós de televisión, llegó al poder gracias a un perfil de hombre culto y moderado pero inmisericorde con los políticos de siempre, a los que acusaba de corruptos. Aquel traje antisistema fue un espejismo.
Tras asentarse en el sillón presidencial, sacó a relucir un carácter imprevisible e impulsivo y una mentalidad conservadora y de tintes marcadamente racistas.
Como el presidente de EE.UU., su homólogo tunecino culpa de todos los males a las “hordas de migrantes ilegales”
En 2021, casi dos años después de su elección, dio un giro de tuerca y provocó una suerte de “autogolpe”, cesó al gobierno, disolvió el Parlamento y se arrogó plenos poderes.
Para la activista tunecina Ines Jaibi, aunque el contexto de Túnez y EE.UU. es distinto, sí hay similitudes entre la evolución de ambos gobernantes. “Trump y Said se parecen cuando dicen que sus enemigos políticos son una amenaza para el país y lanzan contra ellos acusaciones conspiranoicas”, admite.
Trump y Said se parecen cuando dicen que sus enemigos políticos son una amenaza para el país y lanzan contra ellos acusaciones conspiranoicas"
Ines Jaibi
Activista tunecina
El gobernante tunecino, sin embargo, ha ido más allá de las palabras gruesas y en los últimos meses ha encarcelado a decenas de periodistas, abogados y críticos con su gobierno.
Para el escritor, columnista y analista en Al Jazeera, Marwan Bishara, quien lleva años advirtiendo de la deriva trumpista del mandatario tunecino, hay puntos de conexión claros.
Hace tres años, Bishara advirtió de que Said había “tomado prestadas más de unas pocas páginas del libreto de Donald Trump” ya que, desde que tomó el mando, “ha atacado el sistema que le alzó al poder, ha insultado al parlamento y los parlamentarios (…) y, como el presidente estadounidense, ha insultado y atacado a los partidos políticos, a los medios de comunicación y a las instituciones del estado”.
Los tics trumpistas de Said también se reflejan en su visión sobre los migrantes. Si en el debate presidencial frente a Kamala Harris del pasado 10 de septiembre, Donald Trump acusó a los migrantes ilegales haitianos de comerse a los gatos, perros y mascotas de los vecinos de Ohio y esta semana el candidato republicano advirtió de que EE.UU. se enfrenta a “una invasión de salvajes criminales”, el año pasado el líder tunecino utilizó un mensaje similar.
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El presidente tunecino, Kais Said, besa la bandera de Túnez durante la celebración por su primera victoria en las urnas en las elecciones de 2019 EFE
Said cargó contra las “hordas de inmigrantes ilegales” y los acusó de estar detrás de la delincuencia y violencia en el país y de formar parte de un “plan criminal diseñado desde principios de siglo para alterar la composición demográfica de Túnez y convertirlo en un país africano sin vinculación con el mundo árabe e islámico”.
Sus palabras se hacían eco de las teorías conspirativas de la extrema derecha mundial sobre un supuesto “Gran reemplazo” de la población blanca por pueblos no occidentales.
En Túnez, Said denunciaba un plan para reemplazar la población local, árabe y musulmana, por miles de migrantes subsaharianos negros. Las palabras del mandatario provocaron una caza de brujas entre los 21.000 subsaharianos que viven en el país más pequeño del Magreb.
Perfil de hombre culto e incorruptible
Adorado por sus seguidores, quienes le llaman “el sabio”, y socio destacado de la Unión Europea, Said mantiene el apoyo de más de dos millones de votantes
Cientos de personas negras sufrieron agresiones o fueron detenidas y varias embajadas repatriaron a sus ciudadanos. En un intento de mitigar la ola de violencia desatada, Said negó posteriormente que sus palabras fueran racistas, tildó de “hermanos africanos” a los subsaharianos y anunció medidas para paliar el daño.
Adorado por sus seguidores, quienes le llaman “el sabio”, y socio destacado de la Unión Europea, inquieta por el flujo de migrantes que llegan a Europa desde las costas tunecinas, Said considera que está al frente de una “misión divina” y mantiene el apoyo de más de dos millones de votantes.
Desconexión con los más jóvenes
La baja participación en los comicios, de apenas un 28% (y un 6% entre los menores de 35 años) el punto débil de su andadura
Para la activista Jaibi, sin embargo, el estilo de Said no conecta con la mayoría. “Es innegable que mantiene muchos apoyos, pero más del 70% de los votantes registrados decidieron no ir a votar. Es una cifra a tener en cuenta”.
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