Está dispuesto incluso a ser condenado por su idea restrictiva de las migraciones y no ha perdido la ocasión para verse acompañado de sus principales socios europeos de corte nacionalista. El vicepresidente del Gobierno italiano y líder de la Liga, Matteo Salvini, ha protagonizado este domingo la cita de Pontida (Lombardía), la histórica fiesta anual de su partido, bajo el lema Defender las fronteras no es un delito.

El líder de la Liga, en la edición de este año, se ha visto arropado por los euroescépticos más destacados de la Unión Europea (UE), reunidos en el grupo de los Patriotas por Europa del Parlamento Europeo: el líder del Partido por la Libertad (PVV) holandés, Geert Wilders; la vicepresidenta del Partido de la Libertad (FPO) austriaco, Marlene Svazek; y donde, a través de un mensaje en vídeo, también han comparecido el expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro. El portavoz nacional de Vox, José Antonio Fuster, ha sido quien ha representado a los españoles en el evento. Uno de los invitados más esperados, sin embargo, ha sido el jefe del Gobierno de Hungría, Viktor Orbán.

PUBLICIDAD

“El problema no es el color de la piel o donde uno ha nacido”, pronunció Matteo Salvini a lo largo de su discurso, de unos 20 minutos de duración. La receta migratoria para los próximos años, según el líder leguista, no es la de conceder “más ciudadanías” a personas extranjeras ni de “regalarlas más rápidamente”. “La prioridad de la Liga es invalidar la ciudadanía a aquellos que delinquen” porque, según Salvini, “no necesitamos más delincuentes”.

Las palabras de Viktor Orbán han sonado con contundencia en la cita de este domingo en Pontida. Para él son una “vergüenza” las sanciones europeas a sus políticas migratorias y deja claro, metafóricamente, hay que “entrar con fuerza en Bruselas, ocuparla y quitársela a los burócratas y devuelta”, dice, “a los europeos”. Sin perder la ocasión de abrazarse con el líder de la Liga italiana, Viktor Orbán se niega ante la idea de “ceder nuestros países a los burócratas de Bruselas o a los migrantes” y donde, según él, Matteo Salvini en Hungría es “un héroe, que ha defendido las fronteras y los hogares de los italianos”.

“Los Patriotas europeos miran a Pontida como un ejemplo renovado de resistencia y esperanza en tiempos de enemigos feroces”, pronunció este domingo el portavoz nacional de Vox, José Antonio Fuster, quien aseguró que “nosotros ganaremos siempre y cuando permanezcamos unidos”. Y añadió, “en nombre del pueblo español”, de “ir hacia adelante sin miedo a nada ni a nadie”.

El eslogan de la fiesta de la Liga de Matteo Salvini no es casual dado que, actualmente, el jefe leguista está imputado en Palermo (Sicilia) por el juicio Open Arms por abuso de poder y secuestro de personas por haber impedido durante varios días, hace cinco años, el desembarque del buque humanitario español Open Arms en Lampedusa con 147 migrantes abordo. La Fiscalía siciliana pide seis años de cárcel para él y este mes de octubre, de hecho, será decisivo para Matteo Salvini ya que el día 18 su abogada, Giulia Bongiorno, pronunciará su alegato final y donde, sucesivamente, se conocerá la fecha de la sentencia definitiva en primer grado. En cualquier caso, Matteo Salvini, niega estar “preocupado” y declara estar listo para seguir “con la cabeza bien alta” en su travesía rumbo a Palermo.