Los ultras desafían al fútbol
En las últimas dos semanas, han surgido problemas en España y Europa. Este fin de semana, A Coruña fue escenario de enfrentamientos, resultando en la detención de dos Riazor Blues tras incidentes con los del Málaga
Diario Vasco, , 07-10-2024En las dos últimas semanas, la violencia vinculada a los grupos ultras ha cobrado un protagonismo alarmante en el panorama deportivo español. A pesar de los esfuerzos por erradicar este fenómeno, los episodios de enfrentamientos entre aficionados han resurgido, generando preocupación entre las autoridades, los clubes y los propios aficionados. Este aumento de la violencia no solo afecta la seguridad de los eventos deportivos, sino que también crea un clima de tensión y miedo que desvirtúa el espíritu del deporte.
Las autoridades han sido criticadas por su falta de acción efectiva ante el fenómeno de los ultras, que siguen organizándose y actuando de manera violenta. Los aficionados, en su mayoría, claman por un entorno más seguro y saludable en el deporte, y piden que se tomen medidas concretas para erradicar la violencia y promover el respeto entre los seguidores de diferentes equipos.
Este fin de semana, A Coruña se convirtió en el escenario de graves altercados, con enfrentamientos entre aficionados ultras del Deportivo de La Coruña y del Málaga, así como con la Policía Nacional. Los incidentes tuvieron lugar en la Plaza de Pontevedra, donde dos personas, asociadas a los Riazor Blues, fueron detenidas tras confrontarse con las autoridades en los momentos previos al partido que enfrentaba a ambos equipos en el estadio de Riazor.
Los altercados comenzaron el sábado por la noche, cuando cerca de un centenar de ultras del Málaga se dirigieron a un bar en la calle Almirante Cadarso, frecuentado por miembros del grupo radical Riazor Blues. Los aficionados malaguistas provocaron daños significativos en el establecimiento, rompiendo mobiliario y cristales, y dañando vehículos estacionados en las cercanías. La situación se tornó violenta cuando intentaron «invitar» a los seguidores del Dépor a salir, lo que llevó a una respuesta agresiva.
La Comisión Nacional contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte ya había declarado este encuentro de «alto riesgo», lo que hace que los hechos sean aún más preocupantes. Ambos clubes, Deportivo y Málaga, han emitido comunicados condenando los actos vandálicos y afirmando su compromiso con la paz en el deporte. LaLiga también ha anunciado su intención de personarse como acusación en los procedimientos judiciales correspondientes, reafirmando su compromiso con la erradicación de la violencia en el fútbol.
Otros incidentes recientes
En el partido entre el Athletic Club y la Roma, celebrado el 26 de septiembre, los aficionados de Herri Norte, un grupo radical vinculado al Athletic, lanzaron una bengala hacia la afición local tras el gol del empate. Un grupo que no puede entrar a San Mamés.
El 29 de septiembre, durante el derbi madrileño entre el Real Madrid y el Atlético de Madrid, el Frente Atlético lanzó objetos hacia la zona donde se encontraba Thibaut Courtois. Este ataque provocó la suspensión temporal del partido y una intensa intervención policial. Como consecuencia, dos miembros del grupo ultra fueron expulsados de la grada, y se decidió cerrar la sección del Frente Atlético en el estadio durante tres partidos como medida disciplinaria. LaLiga ha pedido la disolución de este grupo ultra.
El 3 de octubre, durante un partido de la Europa League entre la Real Sociedad y el Anderlecht, se registraron disturbios significativos. La afición del Anderlecht rompió sillas en el Reale Arena y lanzó los restos hacia la grada, creando un clima de tensión y temor entre los asistentes. Las fuerzas de seguridad intervinieron rápidamente para controlar la situación, y el club belga fue advertido sobre las posibles sanciones.
Utras en Europa
En el partido entre el Círculo de Brujas y el St. Gallen se vio interrumpido por un acto de violencia por parte de los ultras suizos, quienes lanzaron fuegos artificiales desde la grada. Durante aproximadamente un minuto, decenas de estos artefactos estallaron en el interior del estadio, creando una imagen caótica que resalta la falta de seguridad en los encuentros organizados por la UEFA.
Mientras tanto, fuera de los estadios, la vida de los ultras continúa marcada por la violencia. En Italia, una macrooperación policial ha desmantelado grupos ultras asociados con el Inter y el Milan, vinculándolos a actividades delictivas como extorsiones y agresiones. En esta operación, la policía ha detenido a 19 personas, de las cuales 16 están en prisión preventiva y 3 bajo arresto domiciliario. Los líderes de estos grupos enfrentan graves acusaciones de «delitos de conspiración criminal, con el agravante del método mafioso», así como extorsión y lesiones, lo que subraya la complejidad y el peligro que representan estos grupos dentro y fuera del ámbito deportivo.
La repetición de estos actos de violencia en el fútbol español pone de manifiesto la necesidad urgente de medidas más efectivas para erradicar la violencia y promover un ambiente más seguro en los estadios y en las ciudades. La colaboración entre clubes, aficiones y fuerzas de seguridad será crucial para garantizar que el fútbol sea un espectáculo que fomente la convivencia y el respeto entre todos los aficionados.
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