La vicepresidenta se pone al frente de la crisis y se reunirá con las comunidades autónomas – Dice que la ayuda comunitaria es «todavía insuficiente» y viajará a Finlandia para pedir más recursos La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, manifestó ayer que, en su opinión, «es altamente improbable» que los inmigrantes pueda votar en las próximas elecciones municipales de 2007.

De la Vega, aunque se mostró dispuesta a tratar este asunto con el resto de grupos parlamentarios, ve dificultades legales y técnicas, y muy poco tiempo, para posibilitar este voto el 27 de mayo de 2007 a los inmigrantes no comunitarios que residan en nuestro país.

La posición de la vicepresidenta contrasta con la voluntad que en su día expresó el portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, Diego López Garrido, de posibilitar el derecho a voto al mayor número posible de inmigrantes no comunitarios.

Además, Fernández de la Vega anunció una nueva ofensiva del Ejecutivo en todos los frentes para frenar la oleada de inmigrantes que han llegado durante este verano a las costas canarias.

La vicepresidenta indicó que el Gobierno ha acordado tomar la iniciativa en cuatro campos: buscar mayor colaboración de la Unión Europea; mejorar la coordinación con las comunidades autónomas; reunirse con todos los grupos parlamentarios para encontrar fórmulas para afrontar el problema, y, finalmente, seguir trabajando en los países de origen.

Sobre el primer aspecto, De la Vega indicó que el próximo martes viajará a Finlandia – el país que ahora ejerce la Presidencia de la UE – y a Bruselas para agradecer los apoyos europeos recibidos hasta ahora. «Pero también para pedir un mayor compromiso, y más recursos, porque necesitamos ser más eficaces y la ayuda es todavía claramente insuficiente», afirmó.

«Un tema común»

De la Vega indicó que el Gobierno va a seguir trabajando para que todos los países de la UE se impliquen más en este problema, «porque es un tema común: quienes llegan a nuestras costas también llegan al continente europeo».

Aprovechará esta misma visita para incidir en el segundo frente que el Gobierno considera prioritario: frenar el problema en los países de origen de la inmigración.

La vicepresidenta indicó que España ya lo está haciendo, tanto a nivel de ayuda al desarrollo, como en convenios con estos países. Señaló que ya están funcionando correctamente los acuerdos con Marruecos y Mauritania, y mostró su esperanza de que ocurra lo mismo con Senegal. Sin embargo, De la Vega insistió en que la UE también se tiene que implicar.

A nivel de política nacional, el Gobierno quiere abordar este problema con las comunidades autónomas. Por ello, se hablará con todas ellas en dos foros: la Comisión Mixta de Traslados y el Consejo Superior de Política de Inmigración. En ambas reuniones participará la vicepresidenta primera, que toma así el mando de la política de inmigración.

Además, el Gobierno acordó solicitar la comparecencia en el Congreso de los ministros del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, y de Trabajo, Jesús Caldera, para informar sobre este problema.

Esta decisión deja prácticamente sin contenido la Diputación Permanente que se ha fijado para el próximo lunes, en la que varios grupos parlamentarios tienen previsto pedir ambas comparecencias.

Finalmente, la vicepresidenta anunció también una reunión con todos los grupos para analizar el problema y buscar, entre todos, soluciones. «Esperamos poder trabajar con todas las fuerzas políticas e instituciones sobre un tema que nos afecta a todos y confiamos en que, más allá del color político, nos encontremos un comportamiento responsable», dijo la vicepresidenta.

De la Vega, que cifró en 4.510 inmigrantes los que han llegado a Canarias entre el 1 y el 21 de agosto, dijo que es un problema que el gobierno insular «no puede afrontar solo», por lo que hizo un llamamiento a la solidaridad del resto de comunidades.