Los obispos españoles han vuelto a invitar al Papa Francisco a visitar Canarias con motivo de la crisis migratoria que viven las islas. «No ha habido ocasión que no haya habido un encuentro con el Papa en el que no se le haya reiterado la invitación a venir a España», aseguró este martes el secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal, César García Magán.

En una comparecencia ante la prensa para explicar los acuerdos adoptados por la Comisión Permanente del episcopado, que se reunió el sábado y el domingo en Madrid, García Magán sostuvo que los prelados han escrito de nuevo al pontífice para darle las gracias por aludir al problema y le han reiterado el interés de que se acerque a España.

«El Papa está motivado», insistió el portavoz, quien adujo, no obstante, que «todavía no hay ulteriores indicaciones» sobre cómo tendría que ser la interlocución con el Gobierno central y el Ejecutivo canario. García Magán sugirió que lo más probable es que es que el Papa haga un vuelo directo a Canarias, «como ha hecho con otros destinos». «Él habla del Mediterráneo como un cementerio y el Atlántico también se está convirtiendo en otro cementerio», se dolió.

Cuando se le preguntó sobre el cayuco que naufragó en El Hierro este fin de semana con cerca de sesenta personas a bordo, destacó que se trata de «una tragedia». «Es un dolor que vive el Papa y que vivimos todos», apuntó. El secretario general de los mitrados defendió «la importancia de la visita» vaticana para poner de relieve que la inmigración no es un problema que «tienen los estados del sur de Europa, sino que este tiene que ser abordado, pensado, coordinado y solucionado por la Unión Europea, ya sea en origen o en destino».

Con relación al proyecto del Gobierno de eliminar el delito de ofensa a los sentimientos religiosos, que ha supuesto que grupos cristianos persigan todo tipo de sátira dirigida a la religión católica, el obispo auxiliar de Toledo mostró su disgusto por la posible derogación. «Resulta llamativo que cuando hoy hay sentimientos de las personas que están siendo protegidos, haya otros que no solo no se protejan, sino que queden reducidos a la nada», lamentó.

Otros credos
Para el representante de la jerarquía católica, la eventual abrogación reduce «la dimensión religiosa, que ya no será un bien jurídico que haya que proteger». García Magán subrayó que la merma afectará no solo a la Iglesia católica, sino también a otros credos que se verán inmersos en una indefensión.

A juicio de García, el derecho de libertad religiosa tiene carácter fundamental y está reconocido en la Constitución, al tiempo que argumentó que de prosperar la iniciativa iría contra la corriente mayoritaria en Europa. «De 27 países de la UE, en 21 hay tutela y solo en 6 no lo hay».

El dirigente eclesial expresó su oposición al futuro registro de médicos objetores de conciencia en abortos voluntarios por cuanto supondría un señalamiento de los que quieren acogerse a ese derecho. Expresó también su rechazo a excomulgar a los políticos que fomenten el aborto, por cuanto que no está tipificado como «delito canónico», al no tener una relación causa-efecto directa.

Magán alegó que los obispos no han recibido aún «ninguna notificación oficial» de la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) sobre la denuncia presentada por víctimas de abusos sexuales dentro de la Iglesia por filtrar sus datos personales en internet durante al menos 18 días. «No ha llegado ninguna notificación a la Conferencia Episcopal sobre ese asunto», dijo García Magán, quien señaló que no iba a hablar sobre quién era el responsable del tratamiento y la protección de esos datos porque está «bajo informe de la Agencia de Protección de Datos». Lo que se está dirimiendo es si «esa filtración ha sido responsabilidad de la Conferencia Episcopal o de otra instancia».