Un informe cifra en 500 millones de euros el saldo neto que los inmigrantes aportan a la economía aragonesa
El Diario, , 01-10-2024
El 17,4% de la población aragonesa es extranjera y el crecimiento es ascendente, en contraposición con la evolución de la población nacional que no deja de disminuir desde 2015. Un informe de la Fundación Basilio Paraiso recoge este y otros muchos datos en los que se puede observar el impacto positivo de la inmigración en la economía aragonesa. En el documento se muestra que los inmigrantes en Aragón no solo no acaparan muchos recursos públicos, sino que sucede justo lo contrario: cada unidad adicional (una persona más) consume apenas un 0,12% de recursos sanitarios y un 0,86% en educativos.
Su impacto positivo también se deja ver en el saldo fiscal neto que, a corto plazo, sería de unos 2.000 euros de los extranjeros de la UE y de 1.500 euros el de los extranjeros fuera de la Unión Europea, por lo que el valor total del superávit debido a los extranjeros sería en 2023 de unos 500 millones de euros en Aragón.
El impacto de la inmigración en el mercado laboral es patente, en Aragón, el 15,4% de la población activa está compuesta por personas extranjeras. La cantidad de personas asalariadas también repercute en la economía y las finanzas públicas, y es ahí donde se ve la influencia positiva de la inmigración en la economía. Los inmigrantes, en su mayoría jóvenes en edad laboral, contribuyen significativamente al sistema de pensiones y a la recaudación fiscal. Aunque los inmigrantes hacen uso de servicios sociales, su contribución neta es positiva debido a su alta participación en el mercado laboral.
Se estima que en Aragón, por cada 1% de crecimiento de la población inmigrante sobre la población total de Aragón supondrá un incremento del 0’86 % en gasto en educación, un 1% en gastos de desempleo y un 0,12% en sanidad. En el 2023, el gasto social dirigido a inmigrantes en Aragón representa un 2,10% del gasto total sanitario en Aragón, el 12,87% en educación y un 17,50 en desempleo.
Estos datos se obtienen del informe ‘La inmigración en Aragón’, presentado hoy por la Fundación Basilio Paraiso y elaborado en colaboración con el instituto universitario ESI, que lidera el profesor Marcos Sanso. En este documento se revela que, desde el año 2002, la población de Aragón ha crecido un 10,3%, siendo la inmigración el principal motor de ese incremento. En este período, la cantidad de personas extranjeras ha aumentado en un 411%, mientras que la población nacional ha comenzado a disminuir a partir del 2015 hasta la actualidad ( – 5%). Actualmente, los inmigrantes representan el 17,4% de la población, frente al 3,8% de 2002.
El peso de la inmigración en Aragón se ha cuadriplicado en los últimos 20 años. Las previsiones oficiales del Gobierno de España estiman que esta situación, no sólo va a continuar, sino que se va a acrecentar significativamente. Se prevé que este número aumente hasta alcanzar los 403.523 inmigrantes en 2039, para una población estimada de casi 1,5 millones de registrados en Aragón.
La inmigración ha jugado un papel clave en el sostenimiento del mercado laboral aragonés. Según los datos del informe, el 15,4% de la población activa está compuesta por personas extranjeras. Este colectivo ha sido fundamental para cubrir vacantes en sectores como la agricultura, el empleo doméstico, el comercio y la hostelería. Los trabajadores inmigrantes, tanto con como sin doble nacionalidad, han demostrado una gran capacidad de integración en el mercado laboral, siendo especialmente significativos en sectores con alta demanda de mano de obra.
Los aspectos socio – culturales del informe están basados en datos extraídos del proyecto MATILDE de la Universidad de Zaragoza y en encuestas de la Fundación Seminario para la Paz de Zaragoza. El informe subraya que la inmigración en Aragón tiene profundas repercusiones sociales, influyendo en diversos aspectos del entorno social y cultural, al tiempo que se ve afectada por este. La integración de los inmigrantes es compleja debido a su interacción con múltiples dimensiones de la realidad social.
Los inmigrantes, tanto de la UE como de fuera de la UE, tienen acceso a los servicios públicos, en especial la atención sanitaria, en condiciones similares a los españoles. Según la Encuesta de Condiciones de Vida (ECV) de 2023, el 74,36% de los españoles considera su salud buena o muy buena, frente al 73,23% de los inmigrantes no comunitarios, lo que refleja una atención sanitaria equitativa.
El emprendimiento es una vía clave para la integración y la movilidad social. El 8,47% de los inmigrantes con doble nacionalidad y el 7,92% de los inmigrantes sin doble nacionalidad son empresarios con asalariados, cifras que, aunque inferiores a las de las personas que han nacido en España (15,02%), son significativas. El emprendimiento se considera un reflejo de la integración y el progreso social.
La interacción social de los inmigrantes es considerable. Sin embargo, las restricciones económicas son una barrera importante, limitando su capacidad para reunirse con amigos o participar en actividades de ocio con la misma frecuencia que los nativos.
Los inmigrantes no comunitarios enfrentan mayores dificultades para acceder a una vivienda adecuada. El hacinamiento es un problema común entre estos, con hogares más grandes que los de los españoles o inmigrantes comunitarios, lo que genera situaciones de vivienda inadecuada.
Existen diferencias marcadas en la participación en actividades sociales debido a las restricciones presupuestarias, especialmente entre los inmigrantes no comunitarios. Aunque no se percibe una gran discriminación en términos salariales, los inmigrantes no UE ganan un 13,27% menos que los españoles. En conclusión, mientras que los inmigrantes en Aragón tienen acceso a servicios públicos esenciales y están progresando en áreas como el emprendimiento, aún enfrentan desafíos importantes en términos de integración social, acceso a la vivienda y reducción de desigualdades económicas.
El informe destaca la necesidad de mejorar las políticas de integración para gestionar adecuadamente el creciente número de inmigrantes en la región. Se propone impulsar medidas que favorezcan la inclusión social y económica de los inmigrantes, como el fomento de la formación y la creación de redes de apoyo para su inserción laboral. Además, se aboga por una mayor coordinación entre las administraciones locales y nacionales para gestionar los flujos migratorios de manera eficiente y sostenible.
El presidente Jorge Villarroya, una vez expuestas las conclusiones del estudio ha apelado a todos los agentes socioeconómicos “a trabajar de manera conjunta para asegurar una integración exitosa que beneficie tanto a los inmigrantes como a la sociedad aragonesa en su conjunto”.
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