Mi empadronamiento caducó. Los extranjeros comunitarios tenemos que renovarlo cada cinco años. Habían pasado seis años y tres meses desde la última renovación. Junto al empadronamiento se canceló mi tarjeta sanitaria, que incluía la prescripción de un medicamento para una enfermedad crónica: un inhalador. Las citas están agotadas. Cuando consigo una, un detalle burocrático me obliga a cancelarla. Pregunto sobre alternativas, pero el teléfono da error. Vivo, trabajo y cotizo en Valencia desde 2015. Me quedan 30 dosis del inhalador, un teléfono que nadie descuelga y unas cuantas discusiones. Aun así, tengo el privilegio del derecho a la libre circulación, de dominar el castellano, de trabajar y de tener techo y comida. Si el sistema me trata así, con todas aquellas garantías que suponen mis privilegios, ¿cómo se trata a una persona en situación de vulnerabilidad? Nadie quiere saber la respuesta, pero necesitamos conocerla: con injusticia social, una xenofobia maquillada de burocracia y violencia sistémica.

Danai Delipetrou. Valencia

Los jóvenes y la política
A pesar de tener fácil acceso a cualquier tipo de información, parece que la comprensión de la política entre los jóvenes es superficial. ¿Saben realmente qué es la política y a qué partidos están votando cuando acuden a los colegios electorales o simplemente se dejan influenciar por su entorno? En parte por culpa de las redes sociales, mucha gente se radicaliza y se dejan llevar por lo que les dicen. Otros, al ser jóvenes y tener otras preocupaciones, votan simplemente lo mismo que sus amigos o familiares. Por eso es primordial fomentar una educación que no solo enseñe qué es la política, sino que también explique profundamente las ideologías de cada partido para que los jóvenes sepan realmente lo que van a votar.

Adriana Soler Castelló. Barcelona

Construir vivienda social
Mucho se habla de la escasez y carestía de la vivienda, pero muy poco se está haciendo por revertir esta situación. Las competencias en materia de vivienda fueron transferidas a las comunidades a autónomas y estas no están desarrollando las acciones que serían deseables para cambiar con urgencia el signo de las cosas. Si queremos que todo ciudadano disponga de una vivienda, el Gobierno central, las comunidades autónomas y las administraciones locales deberían impulsar la construcción de viviendas sociales. Podríamos empezar por hablar menos y hacer más para ayudar a quienes lo necesitan.

José Benigno Pérez Rico. Madrid

El odio deportivo como interés
El odio es usado con diferentes funciones para conseguir el interés propio. Política, deporte y religión son usados para mover a las masas y lo que queda al final no es, por ejemplo, si yo apoyo al Atlético de Madrid y soy anti Real Madrid, no… Lo que queda es el odio que hace que los intereses de los poderosos ganen, mientras la gente seguimos enfrentándonos. Yo abogo por que todos los que somos anti algo cambiemos nuestra postura y seamos antiodio antes que anti unos o anti otros.