MARTÍN RUIZ.

Así que, ayudado por sus familiares y algunos vecinos, reunió los 1.000 euros necesarios para embarcar el 5 de junio con otros centro africanos, en un cayuco de madera de unos 15 metros desde la costa de Senegal. El destino, 1.000 kilómetros al norte, eran las Islas Canarias.

- ¿Cómo fue el viaje por mar?

- Nos costó diez días llegar a Canarias en el cayuco. Era una embarcación de madera, con motor, en la que viajábamos 65 personas. Al principio teníamos comida y agua. Pero al final se acabó. Estuvimos los dos últimos días sin comer nada, y racionando el agua hasta el final. Cuando llegamos no nos quedaba ni un dedo de agua, y algunos ya habían intentado beber del mar.

- ¿Vivieron algún momento difícil en el cayuco?

- Cuando peor lo pasamos fue en la frontera marítima entre Mauritania y España. Hubo temporal, con olas muy fuertes, y estuvimos cuatro veces a punto de volcar. Entraba bastante agua a la embarcación y la teníamos que sacar como podíamos.

- Después llegaron a las islas…

- Sí, hubo momentos en los que pensábamos que no llegábamos, pero al final desembarcamos en Canarias el 15 de junio. Estuvimos unos 40 días en un centro de acogida. Después nos mandaron a Madrid, y hace un mes llegamos a Pamplona, donde hemos sido acogidos estupendamente por el personal de la Cruz Roja.

- ¿En qué estado llegaron?

- Tuvimos la suerte de llegar todos vivos. Pero yo, los primeros días estaba bastante mal, todavía tenía bastante agarrotamiento en los músculos por haber estado diez días en el cayuco en la misma postura.

(Moustafá se sienta con las piernas flexionadas y los brazos pegados al cuerpo. Después, sigue hablando en francés, a veces en inglés y algunas palabras en el castellano que ha aprendido en Pamplona).

- ¿Cómo les ha ido en Navarra?

- La gente en Pamplona es very good, es muy bien, muy amable. Estoy agradecido a todos los que nos han apoyado. Al personal de la Cruz Roja, que nos ha ayudado mucho, y a los médicos del Servicio de Salud que se ve que hacen su trabajo con mucho cariño.

- ¿Qué van a hacer ahora?

- Mañana termina el mes de acogida en Pamplona, y cada uno tenemos que ir a donde podamos, con los contactos que tenemos. Tengo un amigo en Barcelona, que conozco de mi país, y voy a su casa. Entre los compatriotas hay mucha solidaridad.

- ¿En qué va a trabajar?

- En lo que pueda. Me considero afortunado por estar aquí. Tengo muchas ganas de trabajar.