La ejecutiva de Junts ha aprobado este lunes las tres ponencias que el partido someterá a votación en el congreso que celebrará entre el 25 y el 27 de octubre en Calella (Barcelona). La formación nacionalista ha diseñado un cónclave a la medida de Carles Puigdemont, que volverá a ser encumbrado líder del partido. El expresidente de la Generalitat no tiene en estos momentos ningún cargo orgánico en Junts, tras cesar como presidente del partido en 2022.

La ponencia organizativa, que aún debe aprobar la militancia en el congreso, contempla algunas novedades, pensadas para allanar el regreso del expresident a la cúpula de la formación. Es el caso de la creación de una fundación, cuyo presidente tendrá un puesto en la dirección del partido. Este movimiento puede facilitar que Laura Borràs renuncie a la presidencia y deje el paso libre para Puigdemont. El dirigente nacionalista, huido en Waterloo, no ha anunciado aún qué papel jugará en el futuro de Junts. Pero en el partido cuentan con su liderazgo, ocupe el cargo que cargo. Incluso si decidiera no ser presidente de la formación, la creación de esta fundación le serviría para tener un sillón en la cúpula.

La otra novedad organizativa que facilita su regreso es la eliminación del requisito de seis meses como mínimo de militancia para poder optar a un cargo del partido. Se especula con que Puigdemont podría dar entrada en su candidatura para entrar en la dirección a dirigentes ajenos al partido. Este cambio facilita los planes del expresident y también allana el terreno a la integración de otras formaciones, como es el caso de Demòcrates, antigua escisión de Unió, que ya hace tiempo que concurre en coalición con los postconvergentes. La dirección se votará en bloque, en una lista cerrada, esta decisión evitará los votos de castigo entre los diferentes sectores.

En la ponencia política, Junts no plantea cambios significativos. Mantiene su apuesta por la independencia, se prepara para ser la alternativa a Illa y ratifica su estrategia en Madrid: los nacionalistas se declaran «insobornables», descartan formar parte de ningún bloque y señalan que el acuerdo suscrito con el PSOE para la investidura de Sánchez es el que fija el marco de las relaciones en el Congreso.

En plena negociación con el Gobierno para el traspaso al Govern catalán de las competencias de inmigración, la formación soberanista plantea que sea una agencia propia de la Generalitat la que gestione esta materia en la administración catalana. Los postconvergentes confían en que el Gobierno ceda en breve las competencias de inmigración a la Generalitat. Junts aboga por bajar impuestos y llama a rehacer puentes con ERC. En su ponencia política, la formación habla de «rebajar las hostilidades» con Esquerra y hasta se abre a adherirse a una entidad de nueva creación que haga de paraguas del movimiento secesionista.