Rechazo musulmán a la norma sobre mezquitas en Badalona
La Vanguardia, 25-08-2006LUIS BENVENUTY – BADALONA
“Nosotros también pagamos impuestos, somos ciudadanos catalanes islámicos”, dicen los dirigentes de la comunidad
Es un paso adelante pero claramente insuficiente. Este es el parecer de la mayoría de los musulmanes de Badalona sobre la nueva normativa municipal que regula, entre otras cuestiones, la apertura y funcionamiento de mezquitas en la ciudad, aprobada por el Consistorio antes de vacaciones. Taoufik Cheddadi, uno de los portavoces de la comunidad en Badalona, dice que se trata de un texto “demasiado restrictivo, ajeno a la realidad social y demográfica badalonesa, pero al menos es un texto, algo en lo que ampararnos”.
“Porque – prosigue el imán magrebí- cada vez que una mezquita origina un conflicto con vecinos de toda la vida, con vecinos con derecho a voto que no quieren ver demasiados marroquíes cerca de sus hogares, nosotros, los inmigrantes, los vecinos sin derecho a voto, llevamos siempre las de perder. Los políticos siempre se ponen del lado de quienes votan. Ahora, al menos tenemos una ley donde apoyarnos, aunque se trata de una ley insuficiente que no solucionará los problemas de la ciudad. A lo peor, los agrava”.
Y es que en los últimos años, diversas oposiciones vecinales han impedido, con el beneplácito final del Consistorio, la apertura – o propiciado el cierre- de varios oratorios musulmanes en la ciudad. El resultado es que Badalona cuenta con más de diez mil ciudadanos musulmanes y una única mezquita de apenas noventa metros cuadrados. El Ayuntamiento decretó hace poco más de un año una moratoria de doce meses para abrir templos religiosos a fin de elaborar la normativa que aprobó de manera inicial en julio.
“El principal problema es el aforo – dice Cheddadi-, ya que la normativa establece que no podrá superar las 75 personas. En septiembre presentaremos una alegación porque entendemos que lo ideal sea 150 personas. ¿Vamos a tener que poner un mosso en la puerta para contar la gente que entra a rezar y cuando se llegue al aforo máximo no dejar pasar a nadie más? Los musulmanes somos el cinco por ciento de la población. Vamos a tener que abrir infinidad de templos, y a muchos vecinos de toda la vida eso no le hará ninguna gracia”.
La normativa también establece que los templos tendrán que estar insonorizados, separados entre ellos por más de cien metros de distancia, tener acceso desde la calle, una fachada de cuatro metros y una altura mínima en las salas de 3,7 metros. Muchos musulmanes entienden, según confirman otras fuentes del tejido islámico badalonés, que la verdadera intención de estas restricciones es la de expulsar sus oratorios de la urbe, mandarlos a la periferia, donde no vive nadie. Una incomodidad para quienes acostumbran a visitar la mezquita diariamente.
Y es que el último pleno municipal también aprobó reservar una parcela de 1.000 metros cuadrados para usos religiosos en el barrio de Montigalà, en una zona que ni siquiera está urbanizada. Enclaves por esta área para la gran mezquita de Badalona se barajan desde hace años, pero nunca han agradado a la comunidad. Dicen que por la noche da miedo. “No es justo – se lamenta Cheddadi-. Nosotros también pagamos nuestros impuestos. Nosotros también trabajamos en este país. Somos ciudadanos catalanes islámicos. Tenemos los mismos derechos que el resto de la gente”.
Los musulmanes siempre han pedido pequeñas mezquitas de barrio para su uso diario, y otra más grande para las grandes fiestas religiosas. Pero las políticas municipales se han encaminado más bien hacia la apertura de un único gran templo. Las resistencias vecinales han impedido lo uno y lo otro. Dentro de pocas semanas dará comienzo el mes sagrado de los musulmanes, el Ramadán. Todo apunta a que muchos fieles de Alá de Badalona tendrán que celebrarlo en casa. Y es que en Santa Coloma también hay únicamente una mezquita, y en Sant Adrià, ninguna.
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