El partido de extrema derecha austriaco FPÖ ganó este domingo por primera vez unas elecciones generales, dando así otra vuelta de tuerca al panorama político de Austria, donde la ultraderecha sí había participado en coaliciones de gobiernos federales pero nunca había sido el partido más votado.

Los ultraderechistas liderados por Herbert Kickl recibieron el 28,8% de votos con el 99,4% escrutado. Mientras, el partido conservador ÖVP del canciller Karl Nehammer quedaba en segundo lugar con el 26,3% y los socialdemócratas recibían el 21,1%, en ambos casos con abundantes pérdidas.

A más distancia siguen los liberales (NEOS), con el 9,1%, y Los Verdes –actuales socios de gobierno de Nehammer–, que se desangran, con el 8,3%. La extrema derecha ha experimentado un fortísimo impulso, al ganar casi 13 puntos porcentuales respecto a las elecciones anticipadas de septiembre del 2019, en las que, castigada por el escándalo de amago de corruptelas del FPÖ conocido como Ibizagate, tuvo el 16,2%.

Aspira a ser canciller
El líder ultraderechista, Herbert Kickl, es rechazado por todos los partidos, incluido el conservador ÖVP, que en el pasado pactó tres gobiernos con el FPÖ
“Tengo buenas sensaciones; el ambiente es positivo y creo que vamos a tener éxito en las urnas”, dijo Herbert Kickl el domingo tras depositar su voto en Purkersdorf, a las afueras de Viena. En efecto, en un contexto de auge de los partidos de ultraderecha en Europa, esta formación fundada en 1956 por antiguos nazis ha puntuado incluso mejor de lo que pronosticaban los sondeos, que le otorgaban la primera plaza pero no con tanta amplitud.

De hecho, el FPÖ ha conseguido su mejor resultado en unas elecciones generales, superando incluso el que cosechó en 1999 su histórico dirigente Jörg Haider, fallecido en el 2008 en un accidente de tráfico. En aquella ocasión, el FPÖ fue con el 26,9% la segunda fuerza más votada, y Haider cedió la cancillería al ÖVP de Wolfgang Schüssel, que había quedado tercero por estrecho margen.

Ser la fuerza más votada no garantiza en absoluto a los ultras liderar el futuro gobierno de coalición. Kickl advirtió una y otra vez durante la campaña que, de ganar las elecciones, reclamará que se le encargue a él la formación de Ejecutivo. Corresponde al presidente de la República hacer esa petición, y normalmente es el partido más votado quien recibe el encargo. Pero el actual jefe del Estado, Alexander Van der Bellen, ex líder verde, ya ha expresado sus reservas sobre el FPÖ en general y sobre Kickl en particular, señalando que la Constitución no le obliga a pedir al ganador que intente formar gobierno.

Vienna (Austria), 29/09/2024.- Austrian Chancellor and Head of the Austrian People’s Party (OeVP) Karl Nehammer looks on in a TV studio in the Austrian parliament, during parliamentary elections in Vienna, Austria, 29 September 2024. Austria’s far-right Freedom Party is heading for an unprecedented general election victory under leader Herbert Kickl, according to projections. (Elecciones, Viena)
El canciller conservador, Karl Nehammer, en el plató de TV instalado en el Parlamento de Austria en Viena, en la noche electoral del 29 de septiembre FILIP SINGER / EFE
Por otra parte, el resto de partidos ya han dejado claro su negativa a pactar con el FPÖ. Los conservadores austriacos no aplican cordón sanitario a la ultraderecha, y han tenido a los ultras como socio menor en tres gobiernos. Sin embargo, esta vez es distinto. Karl Nehammer se había declarado abierto a pactar gobierno con el FPÖ, siempre y cuando Kickl, un personaje muy extremista para los conservadores, no participara en él. Atención: Herbert Kickl fue ministro del Interior de diciembre del 2017 a mayo de 2019 en el Gobierno de conservadores y ultraderechistas del canciller Sebastian Kurz.

Anoche, ya ganador, Herbert Kickl dijo que “los votantes han dado su opinión”, lo que significa que su partido no tiene por qué cambiar de postura. Y a los partidos que rechazan una coalición con el FPÖ debido a su persona, les preguntó “qué opinan de la democracia” y les reprochó que “si se consiguen resultados históricamente malos, no se puede haber hecho todo bien”. Aparte de cargar contra la UE, las élites y los medios de comunicación, contra las medidas anticovid, contra la inmigración, el islam y la comunidad LGBT+, y de apostar por Rusia en detrimento de Ucrania, Herbert Kickl, de 55 años, ha atraído también a las personas más castigadas por las subidas de precios debido a la inflación.

Ahora todo parece apuntar a que el canciller volverá a ser el conservador Karl Nehammer. Según los analistas, dado el rechazo que despierta en los demás partidos la persona de Herbert Kickl, esta victoria del FPÖ podría desembocar en una coalición tripartita del conservador ÖVP con los socialdemócratas y con el liberal NEOS. Este combinado inédito sería además la primera coalición tripartita de la historia en Austria. La opción de incluir en un futuro tripartito a los verdes parece descartada; los ecologistas están en franco retroceso y, sobre todo, el ÖVP tiene con ellos muchos desacuerdos, por lo que el divorcio parece definitivo.

Los conservadores están en el poder desde 1987, liderando gobiernos o como socios, y todo sugiere que volverán a estar ahí.