La ultraderecha austriaca consigue un histórico triunfo al ganar las generales con amplia ventaja
El cordón sanitario de las formaciones tradicionales hará sumamente improbable que logre alcanzar el Gobierno
Diario Vasco, , 30-09-2024La ultraderecha logró este domingo un triunfo histórico al coronarse como primera fuerza política en Austria. Y no solo eso, el Partido Liberal Austriaco (FPOE) y su líder, Herbert Kickl, infringieron una humillante derrota a las dos formaciones tradicionales de la república alpina, el Partido Popular (OEVP) y el Partido Socialdemócrata (SPOE), el primero al perder casi un 12% de votos frente a los comicios de 2019 y el segundo al obtener el peor resultado de su trayectoria. Conservadores y socialdemócratas han gobernado alternativamente o en gran coalición desde el final de la Segunda Guerra Mundial.
El resultado es «un mandato para gobernar», afirmó Kickl ante las cámaras. «Ahora habría que preguntar al resto de los candidatos qué es lo que consideran democracia», añadió el político ultraderechista, sabedor de que le resultará sumamente complicado convencer a otro partido para formar coalición y alcanzar la necesaria mayoría parlamentaria. «Nuestra mano está abierta. Estoy dispuesto a dialogar con cualquiera de ustedes», subrayó en la ronda de debate televisado tras los comicios con los líderes de las demás formaciones que han logrado escaños para el Parlamento. Kickl acusó al resto de convertir a sus seguidores en «votantes de segunda clase» si finalmente niegan al FPOE la posibilidad de alcanzar el poder.
El triunfo de los populistas de extrema derecha es prácticamente una victoria pírrica. Es sumamente improbable que Kickl llegue a gobernar. Karl Nehammer, líder de los conservadores y canciller federal saliente, anunció ya en campaña que su partido de ninguna manera apoyaría un ejecutivo con el ultraderechista como jefe de Gobierno y este domingo reiteró esa postura. Y su secretario general, Christian Stocker, afirmó tajantemente poco después de conocerse los primeros resultados que el OEVP no se prestará como socio menor a formar una coalición encabezada por la ultraderecha, aunque Kickl renuncie finalmente a liderar el gabinete en beneficio de un compañero de partido menos conflictivo. El SPOE, pero también los liberales de NEOS y Los Verdes rechazaron con antelación cualquier alianza con los ahora ganadores indiscutibles de los comicios.
57 escaños
Escrutado el 99% de las papeletas, los resultados indican que el FPOE obtiene un 29% de votos y 57 escaños, mientras el OEVP consiguió el 26,3% de los sufragios y 52 diputados. Por su parte, el SPOE recibió el 21% y 41 parlamentarios, NEOS 9,2% y 17 legisladores y Los Verdes 8,3% y 16 escaños en el Consejo Nacional de Austria. Tanto el Partido de la Cerveza como el Partido Comunista (KPOE), que aspiraban a entrar en la cámara, no lograron superar la barrera del 4% estipulado para obtener diputados. La participación fue más elevada que en las legislativas de hace cinco años y superó el 78%.
Las claves
Debacle
Los socialdemócratas sufren el peor resultado de su trayectoria y el Partido Popular pierde un 12%
Difícil labor
«Nuestra mano está abierta. Estoy dispuesto a dialogar con cualquiera de ustedes», subraya Kickl
Van der Bellen
El presidente podría otorgar el mandato de formar el Ejecutivo a la derecha tradicional
Decisiva tras las elecciones será la posición del presidente federal austríaco, Alexander van der Bellen, responsable de otorgar el mandato para formar el nuevo Gobierno. Antiguo líder de Los Verdes, Van der Bellen nunca ha ocultado su aversión hacia la ultraderecha y no se descarta que, en el caso de que las opciones del FPOE de pactar una mayoría parlamentaria no tengan perspectivas de éxito, decida conceder ese mandato al segundo partido más votado, en este caso los conservadores. El OEVP podría negociar una alianza con los socialdemócratas y, si fuera necesario para lograr una mayoría parlamentaria, incorporar al pacto a alguno de los dos partidos menores, liberales o verdes.
Con serias posibilidades de ser reelegido canciller federal, Nehammer afirmó querer «tomarse en serio las preocupaciones y miedos de los electores», sobre todo de aquellos que han dado su voto a la ultraderecha, pero dejó claro que no considera aceptable la manera de hacer política de Kickl, que prometió en campaña acabar con la migración ilegal y la expulsión del país de todos los extranjeros en situación irregular. El ganador hizo suyo el término «remigración», la deportación forzosa que defiende el llamado Movimiento Identitario, una asociación de ideología neonazi que lidera el ideólogo Martin Sellner. Kickl espanta además al resto de las formaciones con sus planteamientos xenófobos, además de ser abiertamente rusófilo y contrario al suministro de armas a Ucrania, así como sumamente crítico con la Unión Europea.
La victoria del FPOE es la primera de una formación de ultraderecha desde que Austria formó parte del Tercer Reich. Fundado en 1956 por antiguos miembros del Partido Nacionalsocialista de Adolf Hilter, su primer presidente fue Anton Reinthaller, un antiguo oficial de las temidas SS nazis defensor del pangermanismo. Aunque nunca ha dirigido un Gobierno, el FPOE fue socio menor en los ejecutivo de los conservadores Wolfgang Schüssel entre 2000 y 2005 y Sebastian Kurz de 2017 a 2019.
Su líder actual, Herbert Kickl, que niega la existencia del cambio climático, es un declarado admirador del primer ministro húngaro, Viktor Orbán, y con éste y el exjefe del gobierno checo Andrej Babis anunció la creación del grupo parlamentario en Estrasburgo ‘Patriotas para Europa’.
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