El perfil
Herbert Kickl, el estratega invisible
Conocido por su retórica antieuropea, prorrusa, xenófoba y su hermetismo, aspira al poder tras una larga carrera como cerebro en la sombra de la formación
Diario Vasco, , 30-09-2024Herbert Kickl (Villach, 1968) es el líder del Partido Liberal Austríaco (FPOE, por sus siglas en alemán), la extrema derecha de la república alpina. Es un representante de la línea dura de la formación y siempre se ha sentido cómodo entre bambalinas, pero ahora se desenvuelve delante de los focos. «Si un partido es un barco, prefiero estar en la sala de máquinas que en la cena de gala del capitán», expresó en una ocasión. No destaca por su carisma, pero sí como estratega. Durante años escribió los discursos del histórico líder de la formación, el fallecido Jörg Haider, y luego fue la mano derecha del exvicecanciller Heinz-Christian Strache, que lo convirtió en ministro del Interior. Ahora a sus 55 años pretende volver al Gobierno como canciller con unos postulados antieuropeos, antiextranjeros y prorrusos.
Su campaña estuvo marcada por mensajes con tintes nazis que recuerdan a épocas pasadas. Se presenta como el «canciller del pueblo» y tilda a sus rivales de «traidores al pueblo». Es un declarado admirador de Viktor Orbán, el polémico primer ministro de Hungría, y podría a unirse a él en el Consejo Europeo como el segundo hombre cercano a Vladímir Putin.
Además de que está casado y tiene un hijo, poco se conoce de la vida privada de este político con un celo absoluto por su intimidad, hasta el extremo de que en su boda civil en 2018 no estuvo presente ningún invitado, ni siquiera un testigo. Huye de los focos, no comparte su vida privada en las redes sociales y tampoco le gusta acudir a eventos. Se sabe que el triatlón es una de sus pasiones y se le ha visto haciendo senderismo.
Kickl nació en 1968 en la localidad de Villach, en el Estado de Carintia, en el sur de Austria. Allí creció y fue el primero de su familia en llegar a la universidad. Ha estudiado dos carreras, pero no ha logrado terminar ninguna. La primera fue Periodismo y Ciencias Políticas en la Universidad de Viena, pero la caída del Muro de Berlín en 1989 le empujó a dar el salto a la carrera de Filosofía e Historia, que tampoco completó, al igual que la formación militar en un comando de montaña.
Redactaba los discursos del fallecido líder Jörg Haider e impulsó a su sucesor Strache hasta la vicencancillería
Toda su vida profesional se ha desarrollado en el FPOE. El ambiente izquierdista de la facultad le generó una fuerte animadversión a las ideas progresistas y se acercó al líder ultra Jörg Haider. Su oratoria populista y la crítica a los partidos tradicionales y a la inmigración encandilaron a Kickl, quien se unió al partido en 1995.
Escaló rápidamente en la estructura de la organización gracias a su talento para escribir y la escasez de militantes cualificados. Así, pronto se convirtió en el redactor de los discursos de Haider. Cuando este fracturó a la formación en 2005, Kickl se mantuvo leal al FPOE y se puso a las órdenes de la nueva cabeza del proyecto, Heinz-Christian Strache. Ayudó a cultivar la popularidad del nuevo líder y lo llevó en 2017 a la vicecancillería tras lograr el tercer puesto en las urnas con el 26% de los votos.
Guiño a la clase obrera
Durante esos años, el actual candidato se volvió una figura indispensable para la formación, a la que redefinió como «el partido de la patria social» con la intención de atraer a la clase trabajadora. También se hizo popular por sus consignas contra los inmigrantes.
Los buenos resultados en 2017 sirvieron para que el partido ultra acordara una coalición con el Partido Popular de Sebastian Kurz, al que hicieron canciller a cambio de entrar en el Gobierno de Austria. Kickl asumió por primera vez un cargo público, como ministro del Interior. Su cargo estuvo marcado por la controversia de sus acciones contra el Estado de Derecho, los inmigrantes o la libertad de prensa. Sus injerencias en el servicio de inteligencia austríaco, el BVT, provocaron que otras agencias extranjeras dejaran de compartir información. Utilizó asimismo su posición para destituir a los encargados de investigar los vínculos del FPOE con Rusia o extremistas de derechas.
Tras el escándalo de corrupción de 2019 que hizo dimitir a Strache el partido se hundió en las encuestas, pero Kickl supo de nuevo leer la situación para sacar provecho político. La pandemia le sirvió para hacer oposición y se convirtió en el abanderado contra las restricciones y la vacunación obligatoria. Con esta estrategia fue elegido líder del FPOE en 2021 y radicalizó todavía más los postulados de la formación, defendiendo teorías de la conspiración y endureciendo las críticas a la Unión Europea.
Kickl ha demostrado ser un populista radical: ha difundido numerosos bulos como que hay un plan de las «élites» para sustituir a la población europea blanca por inmigrantes o sugerir que la covid-19 salió de un laboratorio y la calificó como «plandemia». De la misma forma niega que el cambio climático sea causado por el hombre, rechaza la Convención Europea de Derechos Humanos y considera que el aborto es una «arbitrariedad personal».
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