Gipuzkoa recibe una media de veinte menores extranjeros no acompañados cada mes. Esto es, una veintena de niños y adolescentes inmigrantes, la mayoría chicos procedentes del Magreb, llegan al territorio solos mensualmente, en busca de una nueva vida mejor a la que tenía n en su país de origen. En plena crisis migratoria, con la oleada de llegada de pateras a Canarias, el territorio detecta un aumento «paulatino» de ‘menas’, y en la actualidad tutela a 175, según los últimos datos del departamento de Cuidados y Políticas Sociales. Son 35 más que en mayo, cuando la Diputación tenía en su red de acogida a 140 menores extranjeros no acompañados, si bien es una cifra que suele fluctuar, ya que no todos deciden convertir Gipuzkoa en su nuevo hogar y parten después hacia Francia u otros puntos de Europa. En Euskadi se superan los 700. Eso significa que en Gipuzkoa apenas se encuentran el 25%, pese a estar en la muga con Francia. La red foral de protección a menores migrantes de Bizkaia, el pasado mes de julio, asistía a 534 jóvenes y Araba, en estos momentos tiene bajo su tutela a 76, según datos de la Diputación alavesa. Precisamente hace meses que desde Bizkaia denuncian «una llegada sin control» que, de momento, parece no reflejarse en Gipuzkoa.

Con estos datos sobre la mesa, el área que dirige Maite Peña aclara que el aumento de llegadas a nuestro territorio está siendo «paulatino, muy poco a poco» y que «la media mensual es bastante homogénea». Aunque si se compara la última cifra de tutelados, que hace referencia a agosto, con la de mayo el número de ‘menas’ tutelados ha subido, los años anteriores la Diputación tenía más niños y jóvenes extranjeros no acompañados en sus centros. Por ejemplo, 2023 cerró con 198 tutelados; 2022, con 242; 2021, con 211; y 2020, el año en el que estalló la pandemia, con 136. Y no solo eso, también ha cambiado lo que buscan estas personas.

Menor presión
En Gipuzkoa apenas están el 25% de menores extranjeros de Euskadi, que supera los 700
Antes apenas se quedaban un 12% en Gipuzkoa, el resto seguían su ruta hacia otros puntos de Europa. Ahora, en cambio, el porcentaje de quienes deciden afincarse en el territorio ha subido al 40%, lo que significa que «aunque Gipuzkoa ha sido históricamente un lugar de tránsito hacia Europa, actualmente se está produciendo un cambio en esta dinámica y una parte considerable ahora decide hacer de Gipuzkoa su destino final», explican desde el departamento de Maite Peña. Los perfiles, por su parte, se mantienen «prácticamente sin cambios». La mayoría, el 96,4%, son chicos, y el 80,4% proceden del Magreb, con una edad promedio de entre 16 y 17 años. Todos ellos se encuentran en estos momentos en acogimiento residencial, en recursos específicos en algunos de los casos.

«Plan de contingencia»
Sea como fuere, tras la reciente crisis migratoria en Canarias, tanto el territorio como el conjunto de Euskadi piden «un plan de contingencia» para acoger a estos jóvenes. Recientemente, la portavoz foral de Gipuzkoa, Irune Berasaluze, volvió a solicitar un plan de contingencia al Estado y se sumó de este modo a las afirmaciones del lehendakari, Imanol Pradales, en las que afirmaba que Euskadi «está saturada y con los recursos prácticamente sobrepasados».

La llegada de los menores extranjeros no acompañados «está resultando una cuestión que nos tiene muy preocupados y muy ocupados a todos», aseguró Berasaluze, al tiempo que insistió en que «Gipuzkoa, como siempre lo ha hecho, será territorio de acogida». En esa línea, indicó que «los recursos son los que son», pero «en la medida en que haya que acoger a estos menores, hay que dejar de hablar de números y hablar de personas que son absolutamente desprotegidas, porque son niños y menores».

Destino final
Dos de cada cinco niños y jóvenes inmigrantes que llegan al territorio deciden quedarse; antes era el 12%
Precisamente por eso, desde el departamento de Cuidados y Políticas Sociales insisten en que «es fundamental tener presente que estos menores reciben el mismo trato que cualquier otro niño o adolescente en situación de desprotección. Su atención y el proceso que siguen están determinados por sus capacidades y necesidades particulares. Es ese análisis el que establece los objetivos y el plan de intervención en su plan de caso, además de activar los recursos necesarios».

Bizkaia, a diferencia de lo que ocurre en Gipuzkoa, sufre una «sobreocupación». Al menos, eso ha denunciado esta semana su diputada general, Elixabete Etxanobe. Reclamó «una planificación racional» en el Estado para la atención de menores extranjeros no acompañados y advirtió de que los recursos vizcaínos que les atienden están «al límite». En este sentido, señaló que se requiere «un plan de contingencia con protocolos definidos, indicadores de evaluación y financiación», y también que «todas las instituciones asuman sus responsabilidades». Da la casualidad de que esta misma semana el Gobierno estatal ha anunciado que impugnará ante el Tribunal Constitucional el protocolo de menores migrantes aprobado por el gobierno de Canarias.