El Ejecutivo vasco reclama al Gobierno de Zapatero la documentación que permita a estos inmigrantes residir y trabajar en la CAV, «sin tener que estar condenados a la clandestinidad». O lo que es lo mismo: Gasteiz estaría presionando a Madrid para que modifique su política migratoria al considerar que la vigente Ley de Extranjería no es una herramienta efectiva para solucionar el problema de la inmigración.

Según confirmaron desde Asuntos Sociales, hasta ahora el Gobierno vasco no ha acogido a inmigrantes procedentes de otros lugares del Estado al entender que, al llegar con una orden de expulsión, «eso suponía trasladar el problema, no buscar una solución».

Según confirmó ayer en declaraciones a Radio Euskadi la portavoz del Ejecutivo de Gasteiz, Miren Azkarate, el citado protocolo se encuentra ya «muy adelantado», y únicamente quedarían por resolver «algunos flecos», que no estarían vinculados ni al número de inmigrantes que llegarían a Euskadi cifra que el Gobierno vasco no revelará hasta hacerse efectiva la firma del protocolo, ni el destino de éstos, que depende de los contactos que se llevarán a cabo, una vez firmado el acuerdo con el Gobierno de Madrid, con las diferentes ONG vascas, que serán las encargadas de acoger en pisos, hostales, albergues e incluso hoteles a las persona que puedan llegar desde Canarias.

Preguntado por esta cuestión, el presidente de Cear Euskadi, Javier Galparsoro aseguró ayer a DEIA que, por el momento, el Gobierno de Gasteiz «no se ha puesto en contacto con nosotros» para abordar la manera de canalizar la operación. «Esperábamos con impaciencia esta noticia y ya nos hemos puesto en marcha para buscar lugares donde acoger a los inmigrantes que puedan llegar en las próximas fechas», explicó Galparsoro, quien reconoció que en Euskadi «llevamos meses de retraso» en esta cuestión, circunstancia que atribuyó a una «maniobra inteligente» del Gobierno vasco y el director de Inmigración, Roberto Marro.

Según confirmó Galparsoro, el Ejecutivo vasco habría puesto condiciones al traslado de inmigrantes a Euskadi. «Si el Gobierno de Zapatero no puede repatriar a estas personas y quiere que sean acogidas en Euskadi tendrá que dar algo a cambio. No sé si el Gobierno vasco habrá conseguido que todos los inmigrantes que sean trasladados lleguen con una documentación que nos permita llevar a cabo un itinerario de inserción social y laboral de estas personas, pero es con lo que soñamos las ONG», sostuvo Galparsoro, quien recordó que hasta ahora «todos los inmigrantes trasladados a la Península «vienen con una orden de expulsión bajo el brazo, y así no se puede hacer nada».

Galparsoro aseguró desconocer el número de inmigrantes que podrían llegar una vez rubricado el acuerdo, ni el tiempo que permanecerán en Euskadi, pero cree que no va a ser muy elevado: «Será un número pequeño». Por su parte, Asuntos Sociales, aseguró que tanto el número de personas que serán acogidas como los lugares donde serán ubicadas «están todavía por definir», aunque precisó que «el problema no es cuántos van a ser trasladados a Euskadi, sino en qué condiciones van a llegar. La solidaridad del pueblo vasco es infinita, pero la capacidad tiene un límite», aseguraron las fuentes del Ejecutivo vasco.