Austria va a unas urnas marcadas por la migración, Rusia y los precios

La extrema derecha parte como favorita pero las inundaciones podrían atascarla

La Vanguardia, María-Paz López, 27-09-2024

Austria, país del club comunitario pero ausente de la OTAN –lo cual le confiere una peculiar posición respecto a Rusia– y carente de cordón sanitario a la ultraderecha –que ha sido socia ya de varios gobiernos–, celebra el próximo domingo unas reñidas elecciones. Todos estos elementos han marcado la campaña, junto a la inmigración y la subida de precios, con el dramático añadido inesperado de las turbulencias climáticas.

La borrasca Boris a su paso por Centroeuropa se ha cobrado cinco muertos en el land de Baja Austria; ha anegado su capital, Sankt Pölten, y otras localidades; y ha causando daños por valor de mil millones de euros. Viajar en tren desde el norte de Austria, la zona más afectada, hacia Viena ha sido una carrera de obstáculos y cancelaciones, mientras la empresa ferroviaria ÖBB se esfuerza por reparar vías y reubicar pasajeros. Durante estos días los partidos se han visto obligados a cancelar mítines y a mostrar cierta contención ante la catástrofe.

Nehammer, canciller conservador, espera que sus promesas de estabilidad atraigan a votantes el domingo
Los sondeos dan como favorito al partido de extrema derecha FPÖ , con en torno al 27%, seguido del conservador ÖVP del canciller Karl Nehammer, con el 25%, y del socialdemócrata SPÖ, con el 21%. Les siguen el liberal NEOS (9,8%) y Los Verdes (8,4%), este último socio del ÖVP en el actual Gobierno de coalición. Nehammer – canciller desde diciembre del 2021 tras una cadena de renuncias por la dimisión del entonces canciller, Sebastian Kurz– afronta por primera vez el veredicto de la ciudadanía en las urnas.

Nehammer flaqueaba en sondeos, pero las inundaciones han llevado a la campaña la cuestión de la crisis climática, asunto en el que el FPÖ es negacionista. Eso y la resuelta respuesta del Gobierno, que movilizó en poco tiempo a unos 70.000 efectivos entre bomberos, personal de emergencia, policías, soldados y voluntarios para asistir a la población y decretó ayudas económicas para los damnificados, han otorgado popularidad a Nehammer. Algunos analistas incluso creen que podría haber un vuelco el domingo y que el ÖVP sea el partido más votado.

Rusia y su gas, del que Austria es aún muy dependiente –en julio llegaron de Rusia el 83% de sus importaciones de gas–, han estado presentes en la campaña. Nehammer quiere reducir esa dependencia, pero es complejo de ejecutar. La subida de precios por la inflación inquieta al electorado, y la economía de Austria renquea: el PIB cayó un 0,8% el año pasado, y la previsión para este 2024 es de otro descenso del 0,7%. Karl Nehammer promete estabilidad y mantener una política estricta contra la inmigración.

Al líder ultra, Herbert Kickl, no le basta la dureza migratoria del ÖVP. Kickl fue ministro del Interior de diciembre de 2017 a mayo del 2019, cuando sucumbió al Ibizagate , el escándalo de corrupción en vídeo que sacudió a su partido e hizo saltar el Gobierno de coalición de conservadores y ultraderechistas del canciller Kurz.

Más aún: al frente de su partido eurófobo y prorruso, Kickl martillea a Nehammer acusándole de poner en peligro la “neutralidad perpetua” –una expresión de la promesa hecha en 1955 por Austria a la Unión Soviética– por alinearse con el proyecto europeo de defensa antiaérea Sky Shield.

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