Los movimientos de población, aunque se analicen un tiempo después, se producen cada día. En torno a 160 personas llegaron el pasado año cada jornada a Euskadi para iniciar una nueva vida, un total de 58.568 ciudadanos tanto nacidos en el extranjero como en otras comunidades autónomas, un 1,1% menos que en 2022. Las maletas las hicieron 37.640, un 1,7% más que un año antes. Fueron 103 al día. El saldo es positivo; el País Vasco ganó 20.928 habitantes, pero a costa de que abandonaran la comunidad autónoma muchos de quienes habían iniciado su proyecto de vida aquí.

La Estadística de Movimientos Migratorios publicada este jueves por el Eustat pone sobre la mesa que, quienes más se van, son las personas con otra nacionalidad. Según los datos analizados por el organismo público, referentes a 2023, abandonaron Euskadi 18.695 personas extranjeras, el 49,7% del total de quienes se mudaron. El dato es superior tanto en números absolutos como en porcentaje a los de 2022, cuando hicieron las maletas 17.153 personas de otros países, el 46%. Ese año, además, llegaron 42.499, frente a las 40.957 de este 2023. De ahí que el saldo migratorio de personas de otros países es más ajustado; 22.262 frente a 25.354.

Saldo positivo con otras comunidades
Este balance pone sobre la mesa que no es fácil retener a quienes se han asentado en la región, y que hay gente que vuelve a su país de origen tras la jubilación. De hecho, mientras los inmigrantes tienen de media 33,1 años, en el caso de los emigrantes la edad asciende a 37,1. Sin embargo, la franja de edad más habitual entre quienes se van es la de 25 a 29 años, que supone el 14% de las emigraciones. También se aprecia con estos datos que Euskadi es, para muchas personas, una comunidad de paso y que el destino principal para algunos migrantes es Europa. Entre los ciudadanos de origen extranjero que se fueron el año pasado, el 72% lo hicieron a otro país.

Otro dato destacable es el saldo con otras comunidades autónomas. Por primera vez desde 2019, son más quienes llegan al País Vasco procedentes de otras regiones que los que se van. El balance fue de 1.814, ya que se fueron 19.677 y llegaron 21.491, mientras que una año anterior el negativo se situó en 1.153. Las zonas que constituyeron mayor polo de atracción para los residentes en Euskadi fueron, por este orden, Castilla y León, Madrid, Cantabria, Cataluña y Andalucía. Entre las cinco recibieron el 56,5% de las personas que dejaron la Comunidad Autónoma Vasca. Entre las que más inmigrantes aportaron a Euskadi, destacan las mismas comunidades: Madrid, Castilla y León, Andalucía, Cataluña y Cantabria, que aportaron el 58,5% del total nuevos residentes procedentes del resto del Estado.