Bruno Retailleau, el polémico ministro del Interior francés que vincula la inmigración con el aumento de delitos
Uno de sus objetivos es retocar la ley de inmigración, que él mismo votó. Quiere recuperar algunos de los artículos más duros que censuró el Consejo Constitucional.
El Mundo, , 26-09-2024Lo que más le pesa es la hemeroteca. Hace unos años, por ejemplo, dijo: “La inmigración africana… esto son personas que no tienen la misma cultura que nosotros, es gente que viene, no para ser franceses, sino para disfrutar de nuestros derechos sociales”. Hace poco vinculó la inmigración masiva con el aumento de los delitos en Francia.
Bruno Retailleau es el nuevo ministro del Interior y, de todo el Ejecutivo, la figura más controvertida. La izquierda ya ha advertido de su perfil “reaccionario” y los diputados macronistas, los del partido del presidente Emmacron Macron, tampoco le querían en el equipo de Gobierno, al considerarle demasiado conservador.
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A los pocos minutos de oficializarse su cargo, puso un mensaje en la red social x (antes Twitter) con sus objetivos al frente de la cartera: “Restablecer el orden, restablecer el orden, restablecer el orden”. Jefe del partido conservador de Los Republicanos en el Senado, fue el que presionó para que se endureciera la ley de inmigración aprobada hace un año, con Gérald Darmanin al frente de Interior, gracias a los votos de Los Republicanos y también del partido de extrema derecha Reagrupamiento Nacional, el de Marine Le Pen.
Católico, padre de tres hijos, Retailleau fue diputado entre 1994 a 1997 y luego se unió a la UMP, el partido de Nicolas Sarkozy, en 2010. Se opuso en su día al matrimonio homosexual y el pasado mes de marzo votó en contra de incluir en la Constitución francesa el derecho al aborto. Este se introdujo en la Carta Magna finalmente, con el voto de todos los partidos.
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Estas son las dos posturas que más preocupan a la izquierda, que considera que pueden darse pasos atrás en los avances sociales que Francia ha conseguido en los últimos años. El ex primer ministro Gabriel Attal le arrancó a su sucesor, Michel Barnier, el compromiso de que esto no iba a ocurrir y se iban a proteger los derechos de los homosexuales.
Se le acusa de comulgar con algunas de las ideas de la extrema derecha, pero criticó la “traición” de su compañero de partido, Eric Ciotti, cuando éste se alió con Marine Le Pen después de que Emmanuel Macron disolviera la Asamblea el pasado junio y convocara elecciones legislativas anticipadas.
Uno de sus objetivos es retocar la ley de inmigración, que él mismo votó. Lo que quiere es recuperar algunos de los artículos más duros que censuró el Consejo Constitucional. Pretende que se suprima la ayuda médica a los inmigrantes y sustituirla por una ayuda de urgencia, entre otras cosas. “Expulsar más y regularizar menos”, ha dicho.
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Retailleau ya ha tenido el primer encontronazo con otro miembro del Gobierno, el ministro de Justicia, Didier Migaud, que fue miembro del partido socialista y es el único representante de la izquierda en el equipo de Barnier. El de Interior ha dicho que hay una “no ejecución de las penas en Francia”. El titular de Justicia le ha dicho que “nunca la tasa de ejecución de las penas ha sido tan elevada en el país”. “No existe el laxismo de la justicia”, ha recordado.
La muerte de una joven de 19 años, cuyo cuerpo se encontró este fin de semana en el bosque de Bologne, en París, le ha dado argumentos para recordar que hay que endurecer las penas. El autor es un inmigrante que tenía una orden para dejar el territorio francés: “Tenemos que hacer evolucionar nuestro arsenal jurídico”.
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