Joe Chialo fue de los primeros en ponerse en pie y aplaudir con entusiasmo en el estreno del Messias, de Georg Friedrich Händel, por la Komische Opera de Berlín. La representación, debido a la remodelación que se está llevando a cabo en el teatro, fue en el hangar número cuatro del viejo aeropuerto de Tempelhof, una nave enorme donde, a raíz de la crisis de los refugiados de 2015, se dio cobijo a miles de sirios. Chialo, responsable de Cultura de Berlín, lucía sonriente en el anfiteatro de gradas metálicas construido para un público ávido de experiencias culturales extremas. Y este Messias lo fue. Por el escenario, de 60 metros de largo por 20 de ancho, con un coro con 360 integrantes, y por la conversión de una obra salpicada de textos bíblicos imposibles de escenificar en una historia inspirada en la vida de la estadounidense Brittany Maynard, la joven diagnosticada de cáncer terminal que decide elegir el momento de su muerte y es cuestionada por ello. El director, Damiano Michieletto, sustituyó lo religioso por lo espiritual: autodeterminación, derecho a una muerte digna.

Son, rizando el rizo, dos de los principios que no tienen los palestinos, según han intentado hacerle ver al senador de la Unión Cristianodemócrata. Chialo lleva desde el pasado 12 de septiembre protección policial, lo que sólo ocurre cuando existe una amenaza real de agresión. Él ha sufrido dos. La primera vez le lanzaron el pie de un micrófono y la segunda embadurnaron su residencia con pintura roja. Escribieron “Genocidio Joe Chialo”. Los investigadores ven una conexión con la escena pro palestina porque era uno de los colectivos que se reunía en el centro cultural Oyoun de Neukölln hasta que el Senado berlinés, es decir Chialo, cortó su financiación.

“No estoy en la guía telefónica y mi inscripción en el registro de residentes está bloqueada. Los autores deben haber estado vigilándome y eso demuestra una considerable energía criminal. No sólo han rociado la fachada, sino que todo el suelo está embadurnado de pintura roja, como si caminara sobre sangre. ¿Qué significa el lema Genocidio Joe Chialo? ¿Es una amenaza de muerte? Al menos así puede entenderse. ¿O se supone que significa que soy personalmente responsable de la muerte y el sufrimiento masivos en Israel y la Franja de Gaza? Esto es delirante”, declaró el político en entrevista exclusiva con el Süddeutsche Zeitung.

Chialo entiende que la gente articule su dolor y lo traslade a los procesos culturales. “Pero querer hacerme responsable de la situación en Oriente Próximo es una locura, una gilipollez, no sé cómo llamarlo”, insiste para añadir en que el centro cultural Oyoun de Neukölln se cerró por ser un nido antisemita.

“Tenemos que defendernos juntos contra el antisemitismo y la intimidación. Como soy muy claro, un grupo radical me ha elegido como objetivo. Para decirlo sin rodeos: a mis ojos son antisemitas. Me temo que mientras continúe la guerra en Israel, en Gaza y ahora en el Líbano, tendré que hacer frente a la agresión de este entorno radicalizado”, denuncia.

A la misma hora en la que Chialo disfrutaba del Messias, en redes sociales apareció un vídeo que mostraba a ocho policías persiguiendo en una plaza de Berlín a un niño de 10 años que portaba una bandera palestina. Lo atraparon, lo rodearon y se lo llevaron al furgón. Debía ser una cría escapada del nido Oyoun.