Alberto Núñez Feijóo quiere apuntalar su plan de alternativa por tres flancos. El primero, el de la financiación, con un frente común de sus barones contra la singularidad y la propuesta aún sin desgranar de un modelo con más fondos para todos. El segundo, el de la inmigración, impulsando junto al presidente canario, Fernando Clavijo, un acuerdo base con el que intentar desbloquear la crisis humanitaria de los menores migrantes que se apelotonan en los centros de acogida de Canarias. Y con un nuevo discurso más duro frente a quienes quieren alcanzar de manera «irregular» nuestras costas, con una indisimulada cercanía a las medidas de la primera ministra italiana, la derechista radical Giorgia Meloni.

Estos dos primeros flancos son reactivos, con lo cual Feijóo quiere volcarse en tercer lugar en medidas sociales proactivas. Ahí es donde se enmarcará la nueva «cumbre» de barones que ya prepara, como adelantó este diario, y que versará sobre temas «sociales» como la sanidad, la vivienda o, sobre todo, la conciliación. Este último punto es el que el PP quiere abanderar como eje de su alternativa social durante el primer trimestre de este curso político.

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Feijóo no sólo va a presentar una Ley de Conciliación para ampliar de 16 a 20 semanas los permisos de paternidad y maternidad y para que no sea obligatorio simultanear las seis primeras semanas, sino que quiere consensuarla antes con la CEOE, con Cepyme, con UGT y con CCOO. Es decir, con las patronales y los sindicatos, a los que el equipo del presidente del PP llamó ayer por la mañana con «buena predisposición» a la negociación por parte de los interlocutores, según fuentes de la dirección nacional de los populares.

El líder del PP quiere dar pasos que visibilicen un modo «alternativo» de hacer política y de gobernar, y para eso está eligiendo los temas en los que puede maximizar la actual aritmética parlamentaria. O sea, aquellos en los que tiene más posibilidades de lograr el apoyo del PNV o de Junts, como la lucha contra la okupación, el suelo, la inmigración o esta norma sobre conciliación, durante cuya tramitación futura el PP quiere negociar con todos los posibles apoyos en liza.

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Al igual que los viajes a Grecia y a Italia y al igual que su pacto migratorio con Clavijo, Feijóo quiere dotar a sus reuniones con los sindicatos y las patronales de un cierto aire presidencialista. De hecho, ya se reunió con ellos antes de su investidura fallida, en septiembre de 2023. El presidente del PP quiere contar «con su criterio y su implicación» para su «alternativa». O sea, consensuar la norma con ellos en la medida de lo posible. «El cambio vamos a ganárnoslo todos los días», arengó a los suyos.

El PP cree que la legislatura va a durar porque Sánchez «no tiene incentivos para convocar elecciones». Aunque en Génova ya están preparados para cualquier escenario, sobre todo al llegar la primavera de 2025. Pero las fuentes consultadas insisten en que el líder socialista no convocará a las urnas aunque no logre sacar adelante el techo de gasto este jueves ni los Presupuestos, porque no hay una debilidad en la división del voto de la derecha, con un Vox débil y un Se Acabó la Fiesta que no preocupa en exceso en los cuarteles generales de Génova.

Gobierno como un “hámster en la rueda”
A la unión de todos esos votos apeló, precisamente, Feijóo en su discurso de ayer ante el Comité Ejecutivo Nacional de su partido. Dijo que ve al Gobierno como a un «hámster en la rueda», condenado a la «ingobernabilidad». Y dedicado a «hacer oposición a la oposición». Pero «el cambio», dijo, «se acelerará en las urnas». ¿Cómo? «Votando con la unidad que nos faltó el 23 de julio» de 2023, señaló, en una apelación clara al electorado de Vox para que opte ahora por el voto útil.

Esta legislatura, para el líder del PP, es «igual que la anterior», pero ahora con «un Gobierno insostenible». «Y no hay el más mínimo propósito de enmienda y nadie espera ya un propósito de enmienda; sólo hay arrogancia para culpar a los demás». En ese sentido, Feijóo sacó pecho de sus victorias en el Parlamento, como la del reconocimiento de Edmundo González como presidente de Venezuela o como el pacto con el PSOE para la Ley ELA, que él ha colocado en su casillero particular de éxitos en el Congreso.
se mismo resultado favorable quiere Feijóo para su Ley de Conciliación, que ya está «ultimando». La medida principal de la norma es la cofinanciación estatal de la educación gratuita de cero a tres años. La norma recoge el incremento de los permisos de paternidad y maternidad hasta 20 semanas, con la libertad para poder utilizarlos cuando las familias lo consideren oportuno, teniendo opción de sumar el del padre y el de la madre para que estos puedan cuidar de su hijo durante su primer año de vida.

¿Qué significa esto? Que no será obligatorio que los dos progenitores se cojan las seis primeras semanas, sino que uno de los dos podría posponerlas. «Lo que pedimos es que las seis semanas que el padre en este momento está obligado a coger según nace el bebé puedan ser cogidas cuando más interese a la familia del recién nacido», explican fuentes de Génova a este diario.