Decenas de personas han intentado la mañana del lunes paralizar el desalojo de un piso en Bilbao. El domicilio, ubicado en Artekale, llevaba un año y medio ocupado por tres jóvenes migrantes. «El piso estaba vacío y tenían buena relación con los vecinos», explican desde el sindicato AZET. Pese a que el juicio estaba previsto para el 17 de octubre, se presentó una petición de desalojo cautelar que ha sido aceptada. «Nuestros compañeros no han tenido la oportunidad de defenderse en un juzgado», criticaban desde la agrupación.

Hace unos meses el propietario de la vivienda envió a una empresa a desocupar el inmueble. Ante la imposibilidad de llevar a cabo esta acción, el propietario decidió interponer una denuncia, cuyo juicio estaba previsto para el próximo mes. Pero la medida cautelar ha acelerado el proceso. Este lunes se debía dejar libre la vivienda. «Últimamente hay muchos desahucios legales e ilegales. Y como siempre, prevalece el supuesto derecho a la propiedad privada, incluso por delante de nuestras vidas».

La calle Artekale ha permanecido bloqueada por medio centenar de jóvenes que querían impedir el desalojo. Vecinos e incluso pensionistas se han acercado a mostrar su apoyo. «Les hemos enseñado los documentos que tenemos en los que queda claro el estado de vulnerabilidad de estos jóvenes. Pero no ha servido de mucho, no han mostrado ningún tipo de empatía y han seguido adelante». Una veintena de policías municipales han acompañado a la comitiva judicial, mientras vigilaban que no se produjeran disturbios. No sin dificultad, el cerrajero y el propietario han accedido a la vivienda, que se encontraba vacía, informan desde el Ayuntamiento. Tras varios rifirrafes entre la policía y los protestantes, «se ha detenido a un varón y se ha denunciado a otros tantos».

A modo de protesta por el desahucio y por el arresto de uno de sus compañeros, el sindicato AZET ha convocado esta tarde a las 19.00 horas una manifestación que partirá desde la catedral de Santiago. «Ante estos hechos solo nos queda redoblar nuestra apuesta por organizarnos y encontrarnos con nuestra clase, para defender nuestras casas y la de nuestros vecinos».