Un colegio de Donostia alerta de un chat de alumnos de «contenido inapropiado»

Una carta enviada a los padres advierte sobre el lenguaje «xenófobo, soez y machista» de los mensajes difundidos por el grupo, al que pertenecen cerca de 70 chavales de 1º de la ESO del centro

Diario Vasco, Patricia Rodríguez, 24-09-2024

El uso de los móviles entre alumnos vuelve a encender las alarmas. Un colegio donostiarra se ha dirigido expresamente a las familias para alertar de la existencia de un grupo de Whatsapp formado por cerca de 70 alumnos y alumnas de 1º de la ESO del centro, a través del cual «se difunden contenidos totalmente inapropiados tanto por el lenguaje soez, machista, xenófobo e hipersexualizado que se emplea en bastantes mensajes», según advierte el centro Jesuitak Donostia en la carta remitida la semana pasada a los padres y a la que ha tenido acceso este periódico.

Avisa también de que algunos mensajes difundidos en este grupo «vulneran flagrantemente los derechos fundamentales de las personas a las que van dirigidas y pueden ser constitutivos de delito (amenazas de agresión, vulneración del derecho al honor, a la intimidad…). De momento no hay constancia de denuncia, tal y como confirma la Ertzaintza.

Fueron varias familias las que pusieron en conocimiento del centro este chat el pasado jueves. «Nos hicieron llegar la existencia de mensajes inapropiados, tanto por las formas empleadas como porque ciertos contenidos, de algún modo, pueden atentar al derecho de algunas personas en modo de amenazas. Puede que en el contexto en el que los chavales hayan podido formular estas expresiones haya sido en tono de broma o sin darle la importancia que tienen pero desde la perspectiva de los adultos, alerta porque son graves y creemos que esta jerga que emplean en sus conversaciones no es la más adecuada», afirma Iñaki Urretabizkaia, responsable del sistema Entorno Seguro de Jesuitak, que añade que aunque el grupo esté formado por cerca de 70 chavales, quienes lo ‘azuzan’ son «un porcentaje pequeño» de alumnos.

Tal y como recoge la misiva, los responsables del centro consideran que la difusión de estos mensajes «y la consiguiente retroalimentación que a su vez genera, con continuas respuestas y contrarréplicas a esos contenidos», tiene un efecto «muy negativo en las relaciones entre los compañeros y compañeras del curso, que deben estar presididas por el buen trato y el respeto» y «en modo alguno han de ser consideradas como ‘chiquilladas’, propias de estas edades. Son acciones que no se deben consentir y que no deben dejarse pasar por alto». Urretabizkaia señala que los mensajes que circulan «se retroalimentan porque a ese mensaje surge una respuesta que a veces es más fuerte que la otra y se convierte en una pelea de gallos adolescente para ver quién dice la barbaridad más grande».

Por ello, desde el centro han tomado cartas en el asunto «no desde el plano punitivo, ya que tampoco se trata de castigar, sino desde una labor pedagógica». «Los tutores se reunieron ayer con los alumnos para realizar un trabajo de reflexión sobre esta cuestión y ha habido una recepción muy buena por su parte». No obstante, hacen un llamamiento a las familias para advertir de que «aceptar este tipo de conductas y otras similares no son admisibles para garantizar una sana convivencia».

Según manifiesta el responsable del sistema Entorno Seguro, «es importante que los padres sepan que un chaval de 12 o 13 años no puede estar diciéndole a otro, por mucho que sea en broma, y delante de otros tantos alumnos y alumnas que están siguiendo el grupo, ciertos comentarios. Por eso les pedimos que hablen con sus hijos, que comprueben con ellos los contenidos que envían o que reciben a través de las redes sociales que manejan y que eliminen aquellos contenidos que consideren que no son de recibo».

Mientras, la preocupación crece entre las familias y la comunidad educativa a cuenta del uso de los móviles en los colegios, por el peligro de que puedan acabar convirtiéndose en una herramienta para el insulto o el acoso entre compañeros o para la distribución de materiales inapropiados que, en manos de los chavales, pueden resultar tremendamente nocivos, según alertan los expertos.

«Preocupa el uso sin límites de las redes sociales»
«Más allá del uso de los móviles, lo que preocupa es el acceso sin aparentes límites a las redes sociales», afirma Iñaki Urretabizkaia. «Los chavales todavía no están en el proceso madurativo necesario para asimilar y contextualizar lo que puedan consumir en ese momento, como el visionado de ciertas imágenes, y no me refiero solo a pornográficas, sino a restos humanos de accidentes, por ejemplo. El abanico de situaciones a las que pueden acceder es muy amplio y es una herramienta que puede convertirse en un arma contra ellos», observa. En este sentido, desde este centro instan a los padres a seguir reforzando la comunicación con sus hijos en cuanto al uso adecuado de las redes sociales.

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