El 18% de los trabajadores extranjeros son empleados domésticos, camareros y personal de limpieza

Los emigrantes se concentran en 15 sectores con los salarios más bajos, según un estudio de Fedea “Su llegada no perjudica el empleo de los nativos”, afirman defendiendo su aportación al mercado laboral español

La Vanguardia, Jaume Masdeu, 20-09-2024

En unos momentos en que el CIS identifica a la emigración como la principal preocupación de los españoles, un 30% nada menos, la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) suministra datos que, por un lado, defienden la aportación de los emigrantes al mercado laboral y por otro, niegan que haya evidencias de que su llegada haya perjudicado las oportunidades de empleo de los nativos. Lo han hecho en su observatorio trimestral del mercado laboral que, en esta ocasión, incorpora un apartado específico sobre la emigración.

Aquí es donde aparece detallado el gran incremento de los emigrantes en el mercado laboral español, de manera que suponen el 90% del aumento de la población activa desde el 2021. Y también ponen de manifiesto que la creación de empleo entre la población emigrante ha sido desde el 2021 superior a la que tuvo lugar entre el 2000 y el 2008, los años de la expansión inmobiliaria.
En el análisis detallado, identifican como los 4,2 millones de trabajadores migrantes se concentran principalmente en 15 ocupaciones. En ellas, está el 50% del empleo de este colectivo. Y enfocando más el detalle, aparece que los empleados domésticos, los camareros asalariados y el personal de limpieza son las ocupaciones con más peso, suponen el 18% del empleo de los trabajadores emigrantes.

La concentración se acentúa entre las mujeres. El 63% de las trabajadoras extranjeras se concentra en 15 ocupaciones y en empleadas domésticas, camareras asalarias y personal de limpieza suman el 30% de las ocupadas de nacionalidad extranjera.

A pesar de esta concentración de los inmigrantes en empleos poco cualificados, el proceso reciente de su incorporación al mercado laboral español se producen tasas de segregación ocupacional menores que las registradas antes de la Gran Recesión, tanto para hombres como para mujeres. Esto se debe a que el aumento de la participación de los inmigrantes se produce prácticamente en todas las ocupaciones.

Otro dato que aporta el estudio son las ocupaciones con mayor peso de los trabajadores extranjeros y aquí no hay sorpresas. Son el 68.5% de los empleados domésticos y la mitad tanto de cuidados domésticos, ayudantes de cocina, oficios callejeros y peones agrícolas. Y la clara deducción, añaden en Fedea, es que, sin la población migrante, muchos puestos de trabajo de estos sectores no se podrían cubrir.

Uno de los argumentos defendidos por Fedea es la diferencia entre la percepción que tiene la sociedad y los datos reales en el tema de la emigración. En este sentido, la economista Raquel Carrasco consideró totalmente excesiva esta preocupación manifestada en la encuesta del CIS. “No hay evidencia de que la llegada de emigrantes haya perjudicado la oportunidad de empleo de los nativos”, ha afirmado, añadiendo que tampoco hay evidencias que muestren que tengan un efecto sobre el salario de los autóctonos, ni que hagan un mayor uso de los servicios sociales, ni de los servicios por desempleo. Vistas las cifras y la percepción, sería necesario “un esfuerzo en la narrativa”, ha añadido Raquel Carrasco.

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