Encuentro en Roma
Feijóo elogia la política de Meloni contra la inmigración irregular: "En Italia ha disminuido en un 60% y en mi país ha aumentado un 60%"
El líder del PP se reúne en Roma con la primera ministra, cuya 'receta' migratoria se centra en el freno a la salida de barcazas de Túnez y Libia y en los centros de repatriación en Albania
El Mundo, , 20-09-2024La jefa del Gobierno italiano, la ultraconservadora Giorgia Meloni, ha recibido esta mañana en el Palacio Chigi de Roma al presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, de visita hoy en la capital transalpina. A lo largo de la jornada, Feijóo se ha entrevistado también con su homólogo italiano, el líder de Forza Italia, el popular Antonio Tajani; actual vicepresidente y ministro de Exteriores del Ejecutivo transalpino. La visita de Feijóo a Roma se ha desarrollado alrededor de dos grandes ejes: la cuestión migratoria, marcada por la conversación junto a Giorgia Meloni; y la relación de los populares con los ultraconservadores europeos, junto a Antonio Tajani.
Tras su encuentro con Meloni, que ha sido cerrado a la prensa, y durante una comparecencia posterior con Tajani, Feijóo ha elogiado el modelo para prevenir la migración irregular de Italia, que consideró un sistema “eficaz”, a diferencia del caso de España.
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“Soy claramente contrario a la inmigración irregular, y muy respetuoso con aquellas personas que llegan” a España o Italia “con un contrato de trabajo regular y respetan las leyes”, ha dicho Feijóo en la rueda de prensa conjunta con el ministro de Exteriores de Italia, Antonio Tajani.
“En el último año en Italia ha disminuido el número de migrantes irregulares en un 60% y en mi país ha aumentado un 60%”, ha remarcado, informa Efe. “En este sentido, la política italiana es muy eficaz”.
Alberto Núñez Feijóo y Antonio Tajani, este jueves, en Roma.
Alberto Núñez Feijóo y Antonio Tajani, este jueves, en Roma.Joan Mas AutonellEfe
El líder del PP ha prometido que su partido trabajará desde su posición como principal fuerza de la oposición en España a luchar contra las redes de tráfico de personas: “Nos tenemos que oponer fuertemente a las mafias que explotan a los migrantes”, ante lo que “vamos a ser contundentes para evitar que las mafias que trafican con personas” se aprovechen.
La estrategia de Meloni
La estrategia de unir ultraderechismo y europeísmo a Giorgia Meloni le ha salido rentable y por ello, ahora mismo, políticamente, tiene todo a favor: en Italia, tiene apoyo mayoritario en el Parlamento; dentro de la UE, en las últimas elecciones europeas ha aumentado su peso como ultraconservadora tanto en Roma como en Bruselas; y esta semana acaba de obtener una vicepresidencia ejecutiva Cohesión y Reformas, con Raffaele Fitto al frente en la nueva y segunda Comisión Europea de Ursula von der Leyen.
A esto hay que sumarle que, en lo que va de año, a Italia han llegado 45.000 migrantes y refugiados a través del Mediterráneo Central, es decir, tres veces menos respecto al mismo periodo del año pasado. No es un dato que sea consecuencia directa, al menos por el momento, de las políticas migratorias del Gobierno italiano de Meloni. Será una comprobación a realizar, de forma estructural, a largo plazo.
La drástica reducción de llegadas migratorias a Italia, en cualquier caso, sí que resulta un dato llamativo para Meloni, para “exportar” su fórmula y que justifica que otros líderes internacionales incluso progresistas como el primer ministro británico Keir Starmer, quien el pasado lunes ha querido visitar a su homóloga italiana en Roma para hacer lo propio en el Canal de La Mancha, entre las costas de Francia y Reino Unido estén interesados en entrevistarse con ella y conocer su “receta” migratoria en el Canal de Sicilia.
Alberto Núñez Feijoo, por la misma razón, se ha entrevistado hoy con Giorgia Meloni en Roma. El actual flujo migratorio atlántico que está afectando a las Islas Canarias no sólo está siendo una preocupación desde hace meses para el Papa Francisco quien la semana pasada ha confirmado que le gustaría visitar el archipiélago canario próximamente; sino también un asunto de interés para el presidente del PP, quien ha querido conocer de cerca la estrategia italiana para el control de las migraciones en el Mediterráneo Central.
Atendiendo a los flujos de este año respecto al anterior, que estén llegando un 60% menos de migrantes y refugiados a las costas de Italia es un hecho. Pero teniendo en cuenta que las fuerzas armadas italianas coordinan y protagonizan a diario todos los rescates posibles para salvar las personas que arriesgan su vida en el Mediterráneo Central; la cifra de llegadas al país transalpino, al menos por el momento, tiene más relación con el número de embarcaciones que logran o no zarpar de las costas de Túnez y de Libia, que no de las políticas migratorias del Ejecutivo italiano.
Donde sí inciden las políticas antimigratorias de Giorgia Meloni en el Mediterráneo Central es, por ejemplo, en lo relativo a Albania. El Gobierno italiano está construyendo dos centros de repatriación en el país balcánico, fruto de un acuerdo bilateral entre ambos países. A estos centros serán desplazados los migrantes que cumplirán determinadas características, ya que tienen que haber sido salvados: en el Mediterráneo Central, por parte de las fuerzas armadas italianas, en aguas territoriales italianas 12 millas de la costa y donde los rescatados tienen que ser ciudadanos de países declarados como seguros por parte del Estado transalpino. La estrategia de externalización migratoria a Albania, ante unas condiciones de recepción tan específicas y donde, como máximo, se pueden acoger no más de 3.000 personas; no es tan operativa cuanto simbólica.
Otro de los aspectos más contundentes de la política ultraconservadora del Gobierno transalpino en el Canal de Sicilia está vinculado a la labor de rescate de las ONG humanitarias. Aunque a menudo éstas mismas colaboran junto a la Central Operativa de la Guardia Costera en Roma representando un 10 por ciento de los salvamentos que se realizan en el Canal de Sicilia, el Ejecutivo ultraconservador de Meloni está llevando a cabo una doble estrategia para dificultar los rescates de las ONG en la zona: la política de puertos lejanos, asignando puerto seguro en ciudades italianas que están a dos o tres días de navegación y aumentando así los costes; y la política de las detenciones administrativas, secuestrando los buques humanitarios cuando, sin estar plenamente coordinados con la Guardia Costera de Roma por razones logísticas, se niegan a colaborar con las autoridades de Libia. Un país declarado no seguro en el marco de Naciones Unidas.
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