La fiscalía holandesa puso ayer en libertad a los doce pasajeros del avión estadounidense que el miércoles regresó a Amsterdam a causa de la actitud que estas personas tuvieron a bordo, según indicó el organismo judicial.


Los detenidos, dos cocineros y diez exportadores de ropa, son de nacionalidad india y habían ido a Trinidad para participar en un festival hindú, precisó la televisión pública holandesa NOS citando a familiares de los arrestados. Estaban en posesión de un gran número de teléfonos móviles y se los intercambiaban durante el vuelo, haciendo caso omiso de las advertencias de la tripulación, indicó el fiscal Simon de Vrieshof en una rueda de prensa.


El comandante del avión, de la compañía Northwest Airlines, decidió que el avión debía volver a su destino porque consideró sospechosa la actitud de los doce hombres.


La investigación, que se orientó a saber si los hombres estaban en posesión de explosivos, concluyó que no era así y que no tenían intención de cometer ningún atentado, explicó De Vrieshof al argumentar la decisión de dejar a los individuos en libertad.


Asimismo, la investigación concluyó que los móviles no estaban preparados para detonar explosivos a distancia, que es lo que en principio se temía.


La detención se produjo bajo la sospecha de «intento de comisión de un acto de violencia a bordo de una aeronave que podía poner en peligro la seguridad del espacio aéreo».


Motivos raciales


Mientras, en Estados Unidos el Consejo de Relaciones Americano – Islámicas (CAIR, en inglés) denunció ayer que los encargados de la seguridad en el aeropuerto John Fitzgerald Kennedy (JFK) de Nueva York discriminan a los pasajeros por su raza y apariencia


La organización ha recibido más de media docena de quejas, entre ellas las de una pareja de Michigan, dos personas de California y una mujer de Nueva Jersey que viajaba con sus cinco hijos, de que fueron interrogados por los agentes de aduanas varias horas sin causa aparente y luego puestos en libertad.


En un comunicado, pidió a las autoridades que «se alíen con la comunidad musulmana en este país para garantizar la seguridad nacional de forma que sea consistente con los valores de justicia e igualdad de Estados Unidos».


El Consejo teme que cientos de pasajeros hayan sufrido, debido a su apariencia o nombres, discriminación en los registros y lamentó que comentarios realizados por algunos políticos hayan influido en estas prácticas, que fueron calificada de ineficaces, antiamericanas y poco inteligentes.


La agencia encargada de la seguridad en los aeropuertos negó estas acusaciones aunque reconoció que sus oficiales «puede ser que sometan a un mayor escrutinio a personas que llegan de países considerados de alto riesgo».