El Partido Popular no piensa dar tregua al Gobierno en el frente migratorio y por ello Alberto Núñez Feijóo tiene previsto reunirse hoy en Roma, a partir de las 13:30 horas, con la primera ministra italiana, Giorgia Meloni. Un encuentro de calado político que se enmarca dentro de la ronda de contactos con líderes europeos con experiencia en este ámbito de gestión que el líder gallego anunció el pasado viernes tras verse en Atenas con el primer ministro griego Kyriakos Mitsotakis.

El presidente de los populares cree que Meloni, mandataria al frente del partido de extrema derecha Hermanos de Italia, se ha convertido en un ejemplo a seguir a la hora de frenar las llegadas de irregulares –el partido viene destacando el hecho de que Italia las haya reducido hasta en un 60% tras sus acuerdos, pro ejemplo, a tres bandas con la UE y Túnez– y que Pedro Sánchez debería tomar nota de lo que hace su homóloga transalpina. Los de Grecia e Italia, precisamente, son los modelos que Feijóo lleva semanas contraponiendo a la hoja de ruta del Ejecutivo para atajar esta crisis, que afecta especialmente a Canarias.

«El Gobierno debe entender que este es un reto global que trasciende ideologías y atender el plan contra el descontrol migratorio del presidente Feijóo, que ha sido secundado por 14 comunidades autónomas», aseguraban ayer fuentes de los populares al trascender la reunión en la capital italiana. Una cita que, ante las críticas del Gobierno por abrazar los discursos más extremos sobre el manejo de la inmigración, Génova preludia

De hecho, Génova también aprovechaba en la jornada de ayer para recordar que Sánchez dijo, en abril de 2023, y al lado de Meloni, que «la migración irregular es un problema europeo que exige una respuesta europea». Y que en ese primer encuentro entre los dos mandatarios, ambos constataron «sintonía» y ganas de «trabajar juntos».

Aunque también resulta evidente que en el PP no quieren que esta visita –Feijóo también se verá con el vicepresidente y ministro de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani, que es del PPE– sea concebida como una especie de blanqueo del partido del que Meloni es líder y fundadora, ‘Fratelli d’Italia’, al que muchos en el seno de la UE consideran de «ultraderecha». «Recientemente, el primer ministro británico, el laborista Keir Starmer, se interesó por los avances notables en política migratoria bajo el mandato de su homóloga italiana», recuerdan fuentes del principal partido de la oposición.

Lo cierto es que Meloni ha ido adquiriendo relevancia paulatinamente en el panorama político europeo desde su ascenso al poder en 2022. De hecho, el PP europeo –muy crítico con ella antes de convertirse en presidenta– decidió hace tiempo intentar atraerla y tratar de que adquiriese un perfil más moderado.

El gran aliado de la primera ministra italiana hasta el momento en España había sido Vox. El propio Santiago Abascal presume de «amistad personal» con ella, quien ha acudido en varias ocasiones a los macroactos políticos que los voxistas organizan cada ejercicio. Pero la realidad es que la división de la ultraderecha en el Parlamento Europeo –el húngaro Víktor Orban ha congregado en torno a su nuevo grupo a Vox pero Meloni ha preferido quedarse en el grupo de los Conservadores, el cual lideró históricamente Margaret Thatcher– va en favor de la nueva estrategia emprendida por el PP para acercarse a ella.

El propio Abascal hizo referencia ayer en el Congreso al encuentro al asegurar que «le gusta que sus socios y sus aliados sean cada vez más considerados» por los populares. El líder vasco dijo valorar «positivamente» el encuentro entre ambos y aprovechó para mandar un dardo a Feijóo al señalar que el popular «puede «aprender muchas cosas» de ella, sobre todo en inmigración.