No me llames 'latinx'
Esta invención 'woke' va camino del arcaísmo para no enfadar a los votantes: el 75% de los hispanos están en contra de su uso, según el Pew Research Center
ABC, , 18-09-2024no de los alivios de esta campaña electoral convulsa es comprobar que el término ‘latinx’ es una especie en extinción. Demócratas y republicanos se acuerdan cada cuatro años del voto hispano, ese caladero electoral en parte virgen, en el que los demócratas siempre han confiado para ser el partido dominante del futuro (en 2020 se llevaron un baño de realidad cuando Donald Trump mejoró sus números con los latinos pese al famoso muro, pese a su retórica tóxica y pese a comerse ese bol en forma de taco para celebrar el 5 de mayo).
Eso de llamar ‘latinx’ a los latinos o hispanos fue una invención ‘woke’ para corregir el insoportable machismo de nuestra lengua y para contentar a los que dicen que el género también en los sustantivos y adjetivos es una construcción social. Los académicos remirados, los medios progres, los famosos comprometidos, los activistas de izquierdas y, también, los jefes de las campañas políticas demócratas abrazaron el neologismo. Pero lo de ‘latinx’ va camino del arcaísmo. Más que nada, para no enfadar a esos votantes a los que quieren seducir. Y que son ya el 15% del electorado.
Un estudio reciente de Pew Research muestra que ‘latinx’ es un término cada vez más conocido y, a la vez, más despreciado por la comunidad hispana. El porcentaje de los latinos que lo conocen ha pasado del 23% al 47% en cinco años. Pero solo lo usa el 4% y el 75% está en contra del palabro.
Como resultado, los estrategas de Kamala Harris los republicanos nunca abrazaron lo de ‘latinx’ evitan su uso. Desaparece el ‘latinx’ pero se queda el desprecio al español. La mayoría de los redactores de propaganda en español no aprobarían un dictado de primaria. Las webs de las campañas no tienen versión en español. Hay propuestas interesantes el canal en WhatsApp para latinos de Harris, pero poco más. La falta de protagonismo del español es una de las razones por las que los latinos tienen el índice de participación más bajo entre los grandes electorados.
Pero el invento de ‘latinx’, con un diseño irrespetuoso con la lengua que hablan decenas de millones de estadounidenses, es la demostración de la realidad a la que las elites de EE.UU. dan la espalda: el elemento vertebrador de la comunidad latina es el español. Ya seas un puertorriqueño del Bronx, un cubano de Miami o un mexicano de Allentown (Pensilvania) con un voto que puede cambiar la elección. Como cada cuatro años, ya es demasiado tarde para que las campañas se den cuenta
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