El ministerio del Interior constató ayer un importante incremento en el número de entradas irregulares en España a través de la frontera terrestre de Ceuta. Lo hizo después del fin de semana de gran tensión vivido en la ciudad autónoma, tras la difusión masiva por redes sociales de mensajes que animaban a cientos de personas a cruzar desde Marruecos en la madrugada del sábado al domingo.

Aunque la situación fue controlada por los cuerpos de seguridad marroquíes y españoles que consiguieron detener hasta a 400 personas intentando cruzar la frontera, el balance muestra un aumento del número de personas que entran en Ceuta por vía terrestre. La primera quincena de septiembre entraron 109 personas, frente a las 67 que lo hicieron en las dos últimas semanas de agosto.

Según el Ministerio de Interior marroquí, el mes pasado consiguieron retener a 11.323 personas que quisieron cruzar de forma ilegal la frontera con destino a Europa. En lo que va de año, reconocen haber frenado la entrada de 45.015 personas antes de que pisasen suelo español. Sólo en el mes de agosto retuvieron al 32% de todo lo que va de año.

Pero el dato más alarmante que presenta la frontera ceutí es que del 1 de enero al 15 de septiembre de 2024 han entrado casi tres veces más migrantes irregulares que en el mismo periodo de 2023. Hasta la fecha, 2.026 personas han cruzado a España por la vía terrestre, frente a las 717 que lo hicieron el año pasado. Fuentes de Interior aclaran que las personas que llegan a Ceuta a nado también se contabilizan dentro de las que han entrado a través de la vía terrestre, en lugar de la marítima.

Pero si se analiza desde el punto de vista histórico, los datos no reflejan una mejora: a cierre del año pasado, 1.068 personas cruzaron a Ceuta a pie o a nado en todo el año. Esa cifra se superó en 2024 ya el pasado 15 de junio, prácticamente a mitad de año, cuando ya habían accedido por esa vía 1.107 personas. Y se ha ido incrementando durante todo el verano: en las dos últimas semanas de agosto llegaron 312 personas a suelo español por la vía terrestre ceutí, la oleada con más migrantes del año, seguida de la primera quincena de febrero, cuando lograron acceder a la ciudad autónoma por este método 342 inmigrantes.

Sin embargo, las personas que entran a través de la vía marítima sólo las que llegan en embarcaciones-han descendido un 64%: en lo que va de año sólo han entrado 19 personas por este método, 35 menos que el año pasado. El presidente de la ciudad autónoma, Juan Vivas, pidió ayer apoyo a la Unión Europea frente a la situación de alarma que vive la zona y reclamó «una atención especial para la frontera de Tarajal y de Benzú donde se encuentra desde el domingo la Guardia Civil y la Policía Nacional desplegada por tierra, mar y aire».

La situación en el Atlántico, el otro gran foco de inmigración irregular en España, consigue ralentizarse en las dos primeras semanas de septiembre: 1.234 inmigrantes llegaron a las Canarias, frente a los 3.015 que alcanzaron la costa en el mismo periodo del año anterior. Esto indicaría un breve descenso del flujo migratorio, sin embargo, las cifras siguen siendo alarmantes: en lo que va de año, han llegado 26.758 inmigrantes irregulares al archipiélago, 12.304 más que en 2023, lo que provoca un 85% más de presión migratoria a la comunidad de Fernando Clavijo, que defenderá hoy ante la Comisión Interministerial de Inmigración el protocolo de su gobierno autonómico sobre la acogida de menores no acompañados.