Radden Keefe: “Los inmigrantes irregulares se merecen más la nacionalidad americana que yo”

El periodista publica en España 'Cabeza de serpiente', donde relata la historia de una mujer que regentó desde el Chinatown neoyorquino una red que transportaba de manera ilegal a miles de migrantes indocumentados

La Vanguardia, Gerard Guerrero, 17-09-2024

Es casualidad que la publicación en España del que fue el segundo libro del periodista Patrick Radden Keefe (Dorchester, 1976) coincida con un momento en el que la migración se encuentra en el centro del debate político, aquí y en su país, Estados Unidos. Aunque este es un debate “omnipresente”, explica a este diario por videollamada, que en los últimos años ha degenerado en “argumentos racistas y discursos de odio que generan polarización”.

En Cabeza de serpiente. Una epopeya oscura en Chinatown (Reservoir Books/Periscopi) se adentra a partir de 300 entrevistas y tres años de investigación en el contrabando de personas a través de la historia de Cheng Chui Ping (más conocida como la Hermana Ping), una mujer que regentó durante dos décadas desde el Chinatown neoyorquino una sofisticada red que transportaba de manera ilegal a miles de inmigrantes indocumentados desde China hasta Estados Unidos, a la vez que explora las contradicciones de la inmigración, los absurdos legislativos o las esperanzas personales de quienes lo arriesgan todo en busca de una mejor vida.

Migrantes desesperados entrando ilegalmente en un país, mafias criminales, deportaciones, cálculos políticos… En Cabeza de serpiente trata hechos muy actuales.

El libro es, en cierto modo, más relevante hoy que cuando se publicó en Estados Unidos en 2009. Que un barco como el Golden Venture embarrancara con 280 migrantes en la bodega era algo nuevo en 1993, ahora vemos imágenes similares cada día. El reto de la inmigración es perenne y el dilema que plantea, cada vez mayor. En un mundo en llamas, cada vez habrá más personas con razones de peso para solicitar asilo de las que podremos acoger.

La Hermana Ping hizo de los sueños de miles de migrantes un negocio millonario”
Patrick Radden Keefe
Periodista
Arranca con la tragedia del Golden Venture para llegar hasta la Hermana Ping, considerada por el FBI “la contrabandista de personas más exitosa de todos los tiempos”.

Ella era una empresaria nata. Creció en Fujian, al sureste de China, frente a Taiwán, que fue una de las principales áreas de emigración del país: la gente quería más dinero, una vida estable, tenían sueños y esperanzas y estaban dispuestos a todo con tal de salir del país. Ella hizo de sus sueños un negocio, uno con el que ganó 40 millones de dólares.

¿Por qué la escogió como protagonista?

Conocí su historia cuando estudiaba para ser abogado, y recuerdo sentarme al fondo de la clase y leer en la prensa sobre esa malvada criminal, los gánsteres con los que trabajaba, su juicio… Pero mientras los medios demonizaban la Hermana Ping, en Chinatown la idolatraban. Los vecinos la tenían como una santa, sentían que había ayudado a tanta gente que hasta se ofrecían a cumplir su condena. Como escritor, me interesa la ambigüedad moral de la gente. La ambivalencia hacia su persona me atrapó. Y, en el fondo, creo que ese mismo sentimiento de ambivalencia es el que sentimos hacia la inmigración.

Cabeza de serpiente (Reservoir Books/Periscopi)
Cabeza de serpiente (Reservoir Books/Periscopi)LV
¿Llegó a conocerla?

Estuve en su juicio, casi podía tocarla. Es extraño escribir sobre alguien, tenerlo tan cerca y no poder hablarle. Luego intercambiamos cartas desde prisión. Accedió a que la entrevistara, pero el director del centro no lo permitió.

¿Teme empatizar demasiado con los malos?

En absoluto. Algunos quieren vivir en un cuento de hadas donde están las buenas personas y los monstruos. La realidad es que la mayoría de nosotros estamos en un punto medio, y eso les aterra. Eso no significa que encubra las cosas malas, las analizo al detalle. Nunca querría dar a alguien demasiado beneficio de la duda cuando escribo sobre él.

Para encarcelar a la Hermana Ping, las autoridades pidieron colaboración a un asesino y lo dejaron en libertad.

Es una de las grandes ironías de esta historia y de un sistema judicial que no siempre es perfecto. Pero ese joven mafioso y asesino es hoy un hombre de negocios exitoso en Nueva York. Podrían decir: “Mira, se ha rehabilitado”. En el fondo, las historias más interesantes son aquellas que no tienen claros héroes ni villanos.

Ella también podría haber colaborado con el FBI, tenía contactos con criminales de todo el mundo.

Se negó porque tenía un ego muy grande, y eso te hace vulnerable porque piensas que nadie podrá contigo. Estaba convencida de que saldría ilesa. Además, ella, como la mayoría de inmigrantes chinos, había venido a EE.UU., pero todo su mundo seguía siendo chino. Muchos no habían pisado nunca Central Park a pesar de vivir a tan solo 20 minutos. Su territorio era Chinatown, cuando la sacabas de ahí no sabía desenvolverse.

El motor de Trump es la crueldad, y me asusta que hay apetito de crueldad”
Patrick Radden Keefe
Periodista
Hasta los pasajeros del Golden Venture, ningún solicitante de asilo chino había sido detenido. ¿Por qué ellos sí?

El dilema era el de siempre, que cada vez más personas venían y si parecía algo fácil se convertiría en un imán. El mensaje era el mismo que envió Trump cuando metió a niños en una jaula.

Sostiene que muchos inmigrantes que viven en Estados Unidos de forma irregular son incluso más estadounidenses que usted.

En efecto. Yo nunca he tenido que trabajar para serlo. Ver los riesgos, los sacrificios y lo duro que trabajan muchas personas para venir y construir una vida aquí es una lección de humildad. Para ser estadounidenses, son valientes de una forma que yo jamás podría. En cierto modo, se merecen más la nacionalidad.

La inmigración es un debate que decide votos, bien lo saben Trump, Le Pen…

La retórica de la extrema derecha es ridícula y deshumanizante. La compasión es perfectamente compatible con la política, con aceptar que no todo el mundo puede venir y quedarse. Pero el miedo vende, por eso tratan de vincular a los inmigrantes con criminales, violadores… Pese a que la tasa de delitos que cometan es inferior a la media nacional. Lo más gracioso de todo esto es que es que muchos de ellos se autoidentifican como grandes cristianos, como si el ejemplo de Jesucristo fuera ver el sufrimiento en los ojos de alguien y demonizar a esa persona.

PATRICK RADDEN KEEFE AUTOR DE
El periodista y escritor Patrick Radden KeefeAna Jiménez / Propias
Trump ha prometido “la mayor deportación de migrantes de la historia” si es presidente.

Está haciendo todo tipo de promesas que por suerte no está claro que pueda cumplir. Precisamente una de las cosas que nos salvaron de su primer mandato es que era un incompetente. Pero el motor político de Trump es la crueldad, y lo que realmente me asusta, como americano y como humano, es que hay un verdadero apetito de crueldad. A muchos votantes les gusta, les atrae, les excita.

Kamala Harris también está endureciendo su discurso en materia de inmigración.

Antes que ella, muchos líderes demócratas han sentido que la inmigración era un lastre y han terminado siendo bastante duros para no perder rédito político. En el libro aparece Bill Clinton: las únicas elecciones que perdió fueron en Arkansas y por una cuestión de inmigración. Probablemente por ese motivo fue tan radical con los pasajeros del Golden Venture.

¿Tiene Harris opciones de ganar?

Espero que sí.

“No temo ser reemplazado por la IA”
Patrick Radden Keefe es redactor del semanario The New Yorker desde 2006, autor de los exitosos No digas nada y El imperio del dolory se ha convertido en uno de los referentes del buen periodismo. Para muchos es considerado uno de los últimos periodistas con tiempo y recursos, y aunque señala que los de este oficio acostumbran a ser “demasiado nostálgicos”, admite que la profesión no atraviesa un buen momento. A su modo de ver, la principal amenaza para el periodismo continúa siendo que “los lectores creen que la buena información deben obtenerla de manera gratuita”, y no la Inteligencia Artificial que tanta preocupación genera ahora. “No temo ser reemplazado por la IA. Estas herramientas son buenas cogiendo información que ya está en Internet y reorganizándola. Mi trabajo es salir a la calle a buscar historias que no se han contado y hablar con gente que todavía no lo ha hecho”, sostiene. Actualmente está trabajando en su próximo libro, El hijo del oligarca, sobre un joven que murió en Londres en 2019 en extrañas circunstancias.

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