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Acompañado de un centenar de vecinos, entre ellos los integrantes de la Banda de Gaitas de Ladrido, el alcalde de Ortigueira, el popular Valentín Calvín, pidió a la Virxe dos Remedios, en Mondoñedo, el fin «definitivo» de las guerras que provocan «inxustizas e inestabilidade». En la ofrenda, en la que se turnan los regidores de los municipios que fueron cabeza de partido judicial, rogó por una mayor tolerancia y la «erradicación do racismo na sociedade», en alusión a la «crise migratoria».

Calvín se refirió a los mayores, su necesidad de cuidado y la soledad «non desexada», y a la obligación de todos de «educar á mocidade en valores de solidariedade, convivencia e respecto polas xentes de idade avanzada». Sobre los más jóvenes, se dirigió a la Virxe dos Remedios para que «guíe aos nenos e nenas de hoxe a un futuro de convivencia, tolerancia, igualdade e paz».

En presencia del obispo, Fernando García Cadiñanos, los conselleiros de Facenda e Administración Pública, Miguel Corgos, y Mar, Alfonso Villares, diputados, senadores, alcaldes y el resto de asistentes al acto, Calvín dio las gracias a Mondoñedo «por manter viva esta tradición que une [a los distintos concellos] como territorio».