Crisis migratoria
«Es duro decirle a una madre que encontramos el cuerpo de su hijo»
Enrique López lleva un año dando respuesta a las familias de las personas fallecidas o desaparecidas en la Ruta Canaria. «La mayoría de los casos no tienen un final feliz», reflexion
Canarias 7, , 16-09-2024Desde que Enrique López trabaja para Cruz Roja, guarda en su memoria «miles de historias» de personas que surcaron el océano Atlántico a bordo de cayucos y pateras en dirección a las costas canarias. Muchas de ellas consiguieron llegar, otras murieron en el intento y del resto nada se sabe de su paradero. Sin embargo, a todas les une lo mismo: el interés de sus familias de conocer su destino.
El responsable del servicio de Restablecimiento del Contacto Familiar (RCF) en la provincia de La Palmas, y que se encarga de dar respuesta a estas familias, recuerda un caso reciente que «le tocó la fibra»: el de dos hermanos, un hombre y una mujer, que, pese a sobrevivir juntos a la Ruta Canaria, la más mortífera del mundo, tuvieron que enfrentarse, paradójicamente, a la separación en tierra.
Y es que cuando el en el que viajaban arribó en Gran Canaria y parecía que lo peor había pasado, el caos del momento hizo que se perdieran de vista. Ella fue trasladada a un centro de acogida de personas migrantes, mientras que él acabó ingresado en un hospital porque había llegado enfermo.
«Pasaron más de un mes sin saber nada el uno del otro aún estando en la misma isla. No conocían a nadie y no sabían comunicarse bien», explica López. Todo ello entorpecía la tarea de encontrarse.
Fue entonces cuando los hermanos acudieron a Cruz Roja «en busca de apoyo y respuestas», al igual que hacen muchos otros parientes de migrantes fallecidos o desaparecidos en la Ruta Canaria. En este caso, la historia tuvo un final feliz y el reencuentro acabó ocurriendo.
«Fue un momento muy bonito, de esos que sí o sí te conmueven», dice el responsable, que pudo vivirlo en primera persona. «Al final el chico, desde el hospital, pudo comunicarse también con otros familiares, que tampoco conocían su situación».
Sin embargo, asegura que, «desgraciadamente», la mayoría de las veces estas reunificaciones «no suceden», ya sea porque las personas buscadas son encontradas fallecidas o porque «nunca se llega a saber nada sobre su paradero». Lo más difícil, admite, es cuando se ve obligado a hacer llamadas que ningún familiar querría tener que atender jamás. «Es duro decirle a una madre que se ha encontrado el cuerpo de su hijo».
180
familias
Son las familias que han obtenido información sobre sus seres queridos a través del servicio de Restablecimiento del Contacto Familiar (RCF) de Cruz Roja entre septiembre de 2021 y julio de 2024
193
fallecidos
Son las personas migrantes reportadas por el RCF que fallecieron cuando trataban de alcanzar las costas canarias entre septiembre de 2021 y julio de 2024
1.160
desaparecidos
Son las personas migrantes contabilizadas por el RCF que desaparecieron emprendiendo la Ruta Canaria entre septiembre de 2021 y julio de 2024
Sea cual sea el destino del migrante buscado, el servicio de Restablecimiento del Contacto Familiar (RCF), en el que participan tanto el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) como las sociedades nacionales de la Cruz Roja y Media Luna Roja, se vuelca «de lleno» con los allegados, afirma Enrique López.
Entre septiembre de 2021 y julio de 2024, 180 familias han obtenido información sobre sus seres queridos desaparecidos a través de este método y otras han recibido apoyo en el proceso de identificación de 81 fallecidos en las rutas migratorias hacia España.
El procedimiento
Una vez que una familia se dirige a Cruz Roja y aporta fotografías de su familiar, el rastreo da comienzo. «Buscamos coincidencias en nuestras bases de datos para saber si la embarcación en la que viajaba ha llegado a las islas o no», señala López.
Lo mismo hacen en hospitales y en el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses (IMLCF) de Las Palmas, por si el extraviado estuviera ingresado o fallecido. Si al final es localizado, será éste «el que decida si quiere hablar con los que lo reclaman», explica, y sólo si da el visto bueno, «se intercambian los contactos».
En el caso de que la persona buscada sea encontrada fallecida, el RCF, que trabaja mano a mano con el proyecto Personas Migrantes Desaparecidas (PMD) de Cruz Roja Española, pide a sus parientes que «se trasladen hasta Canarias para identificar el cuerpo», dice el responsable, aunque no todos pueden hacerlo de inmediato. «Muchos necesitan tiempo para ahorrar», por lo que, «con el fin de darles facilidades, se guarda el cuerpo en el depósito» a la espera de su llegada.
López aclara que Cruz Roja nunca certifica una defunción, sino que «construye el relato de lo que probablemente sucedió, en base a los hechos constatados y las posibilidades de supervivencia, ayudando a las familias a afrontar esta pérdida ambigua y acompañándolas en su proceso de duelo».
Desde septiembre de 2021 hasta julio de este año, el servicio de reunificación familiar ha reportado 259 migrantes fallecidos en el mar y cuyos cuerpos han sido recuperados en las 173 embarcaciones sobre las que ha trabajado a nivel nacional. 193 de ellos perecieron cuando trataban de alcanzar las costas canarias, lo que representa un 74,5% del total.
Imagen – «Construimos el relato de lo que probablemente sucedió en la travesía, ayudando a las familias a afrontar la pérdida y acompañándolas en su proceso de duelo»
«Construimos el relato de lo que probablemente sucedió en la travesía, ayudando a las familias a afrontar la pérdida y acompañándolas en su proceso de duelo»
Enrique López
Cruz Roja
En el mismo periodo, ha contabilizado 1.599 desaparecidos en el total de embarcaciones, de los cuales 1.160 habían emprendido la Ruta Canaria, es decir, un 72,5%. Y es que en la mayor parte de las ocasiones las familias nunca llegan a recibir un cuerpo al que poder llorar y enterrar. «La falta de noticias sobre la situación de un ser querido genera un estado de incertidumbre permanente, lo que retrasa el duelo», afirma López, que asegura que Cruz Roja «les da herramientas para que defiendan la causa de los desaparecidos y aúnen fuerzas para apoyarse mutuamente».
Confiesa, además, que acompañar a los allegados en momentos tan duros «estremece», pero que ayudarlos a atravesar estos procesos psicológicos le hacen «ser mejor persona».
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