La memoria anual de la Fiscalía, presentada ayer durante la Apertura del año judicial, alerta en su nueva edición que se ha naturalizado –en algunos medios de comunicación y en la sociedad en general– “la convivencia” con la desinformación. Un elemento que “sin duda” puede socavar nuestra estructura de valores democráticos. Coincidiendo con un inicio de curso político en el que el debate ha estado marcado por la crisis migratoria –objeto de una ola de bulos y manipulaciones–, el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, cargó contra los que siembra “odio” sobre los menores migrantes a través de esos discursos xenófobos cargados de altas dosis de desinformación: “Será la historia la que los juzgue”.

García Ortiz defendió ayer que la memoria fiscal, una de las mejores fuentes para obtener información sobre los delitos en procedimientos penales, es la mejor herramienta para combatir “la mentira y el infundio”, uno de los riesgos más importantes para nuestra democracia y nuestra convivencia, al entender del fiscal general del Estado. A lo largo de 1.427 páginas, el documento que se elabora cada año repasa la delincuencia, que desde sectores ultras se trata de vincular con los inmigrantes , o desmonta discursos negacionistas de la violencia de género. Y aprovecha para alertar de la creciente preocupación sobre los ciberdelitos, el yihadismo entre menores, el narcotráfico o los delitos de odio.

Inmigración
Menores no acompañados
Uno de los grandes problemas para abordar, de una manera seria, la situación de los menores extranjeros no acompañados es la falta de transparencia a la hora de ofrecer datos fiables de las comunidades autónomas, que son los que tienen su custodia. Pese a que la memoria fiscal no disgrega por regiones, sí aporta luz al asunto cifrando la cantidad total de niños y adolescentes sin amparo familiar que se encontraban en España al finalizar el 2023: 12.878, un 12% más que el año anterior. El Ministerio Publico informa de que el pasado año llegaron en pateras o em­barcaciones a las costas españolas –sobre todo al archipiélago canario– 4.865 menores, más del doble que en el 2022.

Sobre ellos, según la Fiscalía, es sobre quien más odio se está vertiendo, “como si fueran mera mercancía, números o cromos que se intercambian en el mercado de las palabras”. En el Ministerio del Interior se vivieron momentos de enorme preocupación durante el crimen del niño de Mocejón (Toledo), cuando desde las redes sociales se apuntó que podría ser un magrebí quien lo apuñaló. En esta línea, el Ministerio Público alerta de las “semillas de odio” que se están sembrando contra estas personas especialmente vulnerables, que “pueden prender en sociedades desinformadas o manipuladas”.

Abstenciones en el TC
Un “elevado” número
La Fiscalía destaca de manera “inevitable” en su memoria fiscal el “elevado” número de resoluciones del Tribunal Constitucional sobre magistrados que deciden abstenerse de la deliberación de determinados asuntos. Referidos a este asunto son la mayoría de autos que le notificó el tribunal de garantías al Ministerio Público. “Salta por sí mismo a la vista”, recoge el documento, dado que ascendió en el 2023 a nada menos que a 545, del total de 652 autos notificados.

El informe señala que la mayor parte de los delitos de odio están relacionados con el racismo y la xenofobia
El último caso de un magistrado que ha planteado abstenerse es el de Juan Carlos Campo en la deliberación de la cuestión de inconstitucionalidad del Supremo sobre la ley de Amnistía. Campo, ministro de Justicia en el Gobierno de Sánchez, ha decidido apartarse del asunto porque en los informes sobre los indultos a los condenados por el procés plasmó que la amnistía era “claramente inconstitucional”.

Terrorismo yihadista
Captación online de menores
Tal y como vienen alertando en el último año las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, el terrorismo yihadista está centrando sus acciones en las redes sociales: tanto para difundir su ideario violento a través de cruel propaganda como para captar adeptos, sobre todo menores, que se sumen a la lucha. Ahora se suma la Fiscalía, desde donde aseguran que la ciberdelincuencia se ha convertido en una de las principales amenazas para la seguridad: tanto la individual como la colectiva. Y ahí donde los terroristas han encontrado “un nicho” perfecto para desarrollar su actividad, que la definen como “una realidad preocupante”.

Existe “preocupación” por el nicho que han encontrado los yihadistas en los menores y las redes
La impulsividad, el idealismo o la necesidad de pertenecer a un colectivo convierte a los menores “en el blanco fácil” de la propaganda más extremista, que les puede llegar por las aplicaciones más populares de sus teléfonos móviles. No sólo redes sociales, sino también videojuegos.

Delitos de odio
No se están categorizando
Los delitos de odio se han triplicado en un año, de 166 a 501. Una cifra que parece que no se aleja a la realidad, puesto que la Fiscalía se queja en su memoria de que en la mayor parte de los territorios los sistemas informáticos de gestión no permiten categorizar estos delitos como tal. La mayor parte de ellos están relacionados con el racismo y la xenofobia, seguidos por la orientación sexual e identidad de género.

La Fiscalía también avisa de “la repetición de actos relacionados con conocidos jugadores de fútbol”, o la existencia de episodios de conductas violentas de grupos radicales en los estadios de fútbol o alrededores, que necesita “una respuesta común y coordinada para frenar su escalada e impedir su reiteración”.

Narcotráfico
Lanchas peligrosas
La Fiscalía ha constatado también una “proliferación escandalosa” de narcolanchas para la introducción de hachís desde Marruecos, especialmente en la zona del Estrecho, así como la violencia con la que embisten a las fuerzas y cuerpos de seguridad, y admite “la impotencia del Estado ante unas redes criminales que deben ser inmediatamente desarticuladas”.