Noventa de los 132 inmigrantes que llegaron el pasado sábado a la isla de El Hierro y que fueron aislados en un polideportivo hasta confirmar que no padecían tuberculosis no pudieron embarcar ni en el ferry rápido ni en otro buque que debía trasladarlos a Tenerife. Los responsables de ambas navieras aseguran que no recibieron garantías suficientes sobre el estado de salud de los subsaharianos, a pesar de que las pruebas clínicas, radiológicas y análisis de sangre practicados en el hospital insular ya habían descartado que sufrieran tuberculosis.

Antes de zarpar el miércoles de El Hierro, los tripulantes del ferry rápido Bonanza Express, de la naviera Fred Olsen, y del buque Volcán de Taburiente, de la naviera Armas (que desde hace años trasladan inmigrantes entre islas), recibieron un fax del Servicio Canario de Salud, que indicaba que tras someter a los inmigrantes a un examen antituberculoso, “los primeros resultados indican que ninguno de ellos padece” la enfermedad. Pero se aconsejaba que en el viaje se adoptaran “las medidas universales de protección contra enfermedades infectocontagiosas”.

Ésta última frase disparó las alarmas de las navieras. “Nadie nos dio una garantía explícita de que estaban en perfecto estado de salud como cualquier otro pasajero”, afirmó Javier Jalvo, delegado de Armas en El Hierro. “Si lo hubiéramos recibido los hubiéramos trasladado, pero nos dejaban abiertas dudas razonables”. Ambas navieras consideraron que si no recibían suficientes garantías del estado de salud de estos ciudadanos, no podían poner en un supuesto riesgo de contagio al resto de sus pasajeros y tripulaciones, por lo que declinaron hacer el traslado.

Los 132 llegados el sábado a la pequeña isla canaria se dividieron en tres grupos y se alojaron en un polideportivo, en la casa del director insular de la Administración del Estado y en un local cedido por el Ayuntamiento de Valverde. Sin embargo, uno de ellos declaró que padecía tuberculosis y todo el grupo fue aislado en el polideportivo de la capital. Las pruebas practicadas hasta el miércoles descartaron cualquier enfermo, confirmó ayer el director médico del hospital insular, Enrique Pérez Pastor.

Sin embargo, 46 de los 132 dieron positivo en la prueba de la tuberculina a través de la técnica Mantoux. Todas mostraron hinchazón en la zona de la inyección. A tenor de cómo han evolucionado en los últimos días, los médicos concluyen que ninguna presenta síntomas de tuberculosis. Para descartar cualquier duda, los médicos sometieron a diez inmigrantes a placas de tórax y análisis clínicos, que han dado negativo en tuberculosis. Todos los subsaharianos fueron dados de alta y se les levantó el aislamiento, con indicación de que quienes estuvieran en contacto con ellos llevaran mascarillas o se las pusieran a los inmigrantes.

Con este diagnóstico, 90 de ellos se dirigieron en guagua al puerto de la Estaca para embarcar hacia Tenerife, pero la tripulación de ambos barcos se lo impidió. “Entre la población civil de las islas y la Península, muchos dan habitualmente positivo en estas pruebas y nadie se alarma”, matiza el director médico del centro sanitario de El Hierro. El delegado del Gobierno en Canarias, José Segura, confirmó que los inmigrantes abandonarán la isla “en varios vuelos” entre hoy y mañana. Serán llevados hasta el campamento provisional de Las Raíces, en Tenerife, donde hasta ayer se encontraban unos 2.000 subsaharianos.

Mientras, las críticas del PP y de las comunidades gobernadas por este partido levantaron ayer la indignación del Ejecutivo canario. “Entristece mucho que en algunas comunidades autónomas se critique la derivación de inmigrantes. No han entendido nada. Éste no es un problema de Canarias, es de todo el Estado”, declaró el presidente del archipiélago, Adán Martín. El PP, por boca de Miguel Arias Cañete, insistió ayer en que los envíos se hacen mayoritariamente a comunidades populares.

Las ONG implicadas en la acogida insistieron ayer en que los vuelos van mayoritariamente a Madrid, Valencia, Murcia y Málaga, “pero los inmigrantes se reparten luego por otras comunidades”. De los más de 6.000 inmigrantes que la Comunidad de Madrid dijo haber recibido, sólo 2.800 se han quedado en la capital. Andalucía, con 2.162 inmigrantes recibidos en vuelo, dijo ayer que es la segunda región que más sin papeles acoge. “No es cierto que las comunidades del PP sean las más solidarias ni que estén colaborando más en la distribución de los inmigrantes”, señaló ayer la secretaria de Estado de Inmigración, Consuelo Rumí. El PP y ERC han pedido que los ministros de Interior, Exteriores y Trabajo expliquen en el Congreso las derivaciones de sin papeles.