La localidad turolense de Mora de Rubielos recibirá unos 120 migrantes, originarios principalmente de Mali, a lo largo de la próxima semana, lo que ha provocado la dimisión del segundo teniente de alcalde de la localidad, Rafael Vicente Alfanjarín (PAR) ante la escasa información recibida por la institución en lo relativo a la acogida.

“Es una falta de consideración espectacular que no recibiéramos información oficial de la llegada de los refugiados desde el primer momento. Más de 100 inmigrantes en un pueblo de 1.600 personas es un volumen difícil de absorber. No sé qué opinarían Barcelona o Valencia si les llegasen 100.000 personas de otro continente”, apuntó a los medios.

Además, acusó a las instituciones de “complicar la vida a los pueblos pequeños”, ya que, a su juicio, “siempre dicen que no hay dinero para invertir en la residencia de mayores ni el tren, pero sí lo hay para mantener a esta gente”.

Por su parte, el alcalde de la localidad, Hugo Arquímedes, en declaraciones a EL MUNDO, reveló que la decisión tomada por su segundo teniente de alcalde es “completamente personal”, ya que “él no quiere que vengan y si pasa algo con los migrantes en un futuro, no quiere que ningún vecino se lo eche en cara”.

Además, sobre la comunicación de la llegada, Arquímedes expresa que recibió la noticia de parte del dueño del hotel en el que se van a alojar, ya que ha sido él quien lo ha gestionado con el ministerio. “Desde el Ayuntamiento no podemos evitar que 120 personas, sean inmigrantes o no, vengan a nuestro pueblo, porque, además, lo hacen por un acuerdo directo del dueño del hotel con el ministerio, para el que no es necesario que traten con nosotros”, señala.

Sin embargo, lo que sí reclama es que “se nos debería haber informado por parte de las instituciones. Estas medidas se deben adoptar desde un consenso y con una preparación previa, porque pueden ocasionar problemas entre los vecinos, que perdurarán una vez que los inmigrantes ya se hayan ido”.
En cuanto a la falta de comunicación, tanto las instituciones autonómicas como las nacionales echan balones fuera. Desde el Ministerio de Inclusión señalan que informaron “en tiempo y forma” al Ejecutivo aragonés de la llegada de estas 120 personas y que la mayoría de éstas proceden de entornos rurales, lo que puede facilitar su inserción social y laboral. Una declaración que contrasta con lo compartido por el Gobierno de Aragón que lanzó un comunicado demandando una “mayor colaboración y una comunicación fluida entre las instituciones locales, autonómicas y estatales”, ya que asegura haberse enterado de lo ocurrido a través de las asociaciones de apoyo a migrantes.

Desde Vox, tras abandonar el Gobierno autonómico por la llegada de 12 menores no acompañados a la comunidad, se ha querido sumar a la protesta convocando una manifestación que acabó siendo prohibida por la Subdelegación del Gobierno en Teruel, por haber sido solicitada “fuera de plazo”. Sin embargo, el líder del partido en Aragón, Alejandro Nolasco, acudió a Mora de Rubielos acompañado del resto de componentes de su grupo parlamentario, donde indicó que la llegada de los migrantes “es una absoluta aberración” y acusó a Pedro Sánchez de “tirar a estas personas como fardos por los diferentes pueblos de España”.

Cuando saltó la noticia, Nolasco volvió a marcar la inmigración como una línea roja para su partido y, en un discurso similar al que compartió ayer en la localidad turolense y en el que apuntó que “PP, PSOE y Mohamed VI patrocinan una invasión migratoria”, amenazó al Ejecutivo liderado por Jorge Azcón con tumbar los próximos presupuestos autonómicos si “no se corta de raíz” estas llegadas de migrantes a Aragón.