El líder del PP, Alberto Núñez Feijoo, responsabilizó al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, del «récord de inmigración ilegal» que está registrando España este año mientras países como Italia o Grecia están reduciendo llegadas y, y avisó de que su partido no puede aceptar inmigrantes que llegan irregularmente a través de mafias para no cumplir las leyes españolas.

«Hay una crisis migratoria como consecuencia de una ausencia de política migratoria. Y el presidente del Gobierno, que debería haber hecho este viaje hace años, lo hace ahora en plena crisis migratoria en España», denunció Feijoo en una entrevista concedida a Europa Press poco antes de que Sánchez inicie entre el 27 y el 29 de agosto una gira por África que le llevará a Mauritania, Gambia y Senegal.

Según el último balance del Ministerio del Interior difundido este mes de agosto, un total de 31.155 personas migrantes han llegado a España de forma irregular en lo que va de año, lo que supone 12.410 más que en el mismo período del 2023 (66,2 ). Del total de migrantes que llegaron por vía marítima, 22.304 entraron en Canarias, un 126,1? más que el año pasado.

Feijoo criticó que el Ministerio del Interior «mire para otro lado», el de Exteriores «se excluya de este problema», a la ministra de Infancia «no se la deje actuar» cuando es responsable de los menores migrantes, y se haya «encargado» este tema al ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, que fue presidente de Canarias. El líder del PP defendió una inmigración regular en España, con personas que vienen a España «a trabajar» y «cumplir las leyes», recordando que en nuestro país hay un problema de natalidad y de envejecimiento. «Inmigración legal, sí; inmigración ilegal, no», insistió.

Feijoo recalcó también que los populares mantuvieron su compromiso en la recepción de menores no acompañados, algo que, señaló, le ha «costado la estabilidad en cinco gobiernos autonómicos», en alusión a la ruptura de los pactos con Vox. La ministra de Ciencia, Diana Morant, le respondió indicándole que se «acerque más al centro y menos a la ultraderecha» y le ha pedido «un poco de humanidad y decencia» al hablar de migrantes.