Un viaje hacialo imposible

Las Provincias, 24-08-2006

F. P. PUCHE/
Aunque me da en la nariz que ninguna de las televisiones estaría por la labor, algún gran reportero, De la Quadra Salcedo por ejemplo, o Pérez –
Reverte, debería capitanear la prueba. Y hacer una reconstrucción periodística completa, con setenta hombres, mujeres y niños a bordo, del viaje de un cayuco desde Senegal hasta la isla del Hierro.


En mi reportaje imaginario se tomaría un cayuco verdadero, de los incautados estos días, y se les haría iniciar la aventura en el mismo lugar donde se dice que estos desesperados la emprenden. Y según yo creo sería fácilmente demostrable que la aventura es imposible: quiero decir que los que lo intentan desde las playas de Senegal mueren por centenares y que los que llegan seguramente son desembarcados en medio de la noche de buques negreros nodriza que o bien escapan mágicamente del radar o bien nadie está queriendo ver.


Tomen un mapa o pongan el explorador planetario de Google. Comprueben que Senegal está en el paralelo 16 y Canarias en el 27. ¿Esos marinos hacen más de once grados de recorrido terrestre en las condiciones que nos están contando? Que hable Doreste y que opine Manolo Ruiz de Elvira; que les pregunten a los mejores navegantes de vela y a los más adiestrados comandantes de la marina militar y mercante. A mí me parece que si algún cayuco hace el recorrido de verdad es porque el patrón tiene más sabiduría que Vasco de Gama y Colón juntos. Porque lo que recorren, al menos en distancia, es como si nos vamos desde la Malvarrosa a Londres: una aventura que no es sencilla en una motora con todas las modernas condiciones y que se hace casi imposible en un cayuco pintarrajeado.


No. No tenemos ni idea de lo que está pasando y abordamos el asunto con una bonhomía infantil. Por eso nos condolemos por los niños que llegan y van a parar a los centros de acogida sin caer en la cuenta de que por la noche, regularmente, todos ellos hablan con sus familias. Que saben perfectamente adónde les han mandado y para qué. Y que conocen la infinita impreparación de España para abordar el problema.

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