Las protestas de las Comunidades autónomas a las que llegan inmigrantes procedentes de Canarias no han sentado bien en el seno del Gobierno regional. El portavoz del Ejecutivo insular eludió ayer polemizar con sus homólogos «por una cuestión de protocolo»; sin embargo, recordó que «los inmigrantes no son de Canarias, entran en España por su frontera más próxima, porque sería más absurdo aún que fuesen en cayuco hasta Galicia». Este argumento sirvió a Becerra para decir a ABC que «la actitud del Gobierno, permitiendo que se polemice con las derivaciones sin que ninguna de las máximas autoridades responda, hacen más por la percepción de un Estado débil ante las autonomías, que cualquier otra cuestión política», como los Estatutos, y propiciará «que cada vez haya menos Estado». «Canarias no puede quedarse sola ante el problema», concluyó.
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