El responsable de la Policía Metropolitana (MET) de Londres, Mark Rowley, reconoció este jueves el “éxito de la operación” desplegada el día anterior contra la ultraderecha inglesa que amenazaba con linchar abogados, asesores, activistas y otros profesionales del ámbito de la inmigración.

“Fue una noche muy exitosa y se aplacaron los temores a los disturbios de la extrema derecha”, ha declarado a los medios el jefe de la principal fuerza policial británica popularmente conocida como Scotland Yard.

Rowley reconoció la vital contribución de las movilizaciones antirracistas en la contención de los ultras, que vienen protagonizando violentos incidentes en ataques contra mezquitas, establecimientos regentados por inmigrantes y residencias temporales de solicitantes de asilo en Inglaterra e Irlanda del Norte desde finales de julio.

Esta vez, miles de ciudadanos del abanico étnico y multicultural del Reino Unido se manifestaron en distintas ciudades y en distritos de la capital británica plantando cara al intimidante desafío de la minoría de islamófobos y anti-inmigrantes.

El lema de los carteles desplegados en Londres, Bristol, Liverpool, Belfast y otras sedes municipales “Parad a la extrema derecha” se cumplió en gran medida en la noche del miércoles, cuando la Policía anticipaba hasta un centenar de peligrosos focos de violencia.

Un puñado de extremistas salieron a la calle en algunas ciudades y se dispersaron minutos después ante la masiva presencia de contramanifestantes. Aun así, se registraron escaramuzas con las fuerzas del orden, incluidas varias detenciones de ultras, en barrios de Southampton, Middlesbrough y Blackpool.

También hubo enfrentamientos en Croydon, a corta distancia del aeropuerto de Gatwick, de un centro de detención de migrantes y de hoteles donde se hospedan refugiados provisionalmente, pero la Policía los atribuyó a incidentes de “comportamiento antisocial” sin relación con las movilizaciones de la ultraderecha.

“El despliegue de fuerza policial y, honestamente, la muestra de unidad de las comunidades se impusieron a los desafíos que hemos presenciado”, admitió el jefe de Scotland Yard.

La calma se restauró tras nueve noches de graves disturbios que se han propagado por Inglaterra e Irlanda del Norte a raíz de falsas noticias intercambiadas en las redes sobre

la identidad del autor del múltiple acuchillamiento de once menores y dos adultos en Southport, cerca de Liverpool. El presunto criminal, que mató a tres niñas en el feroz ataque, no es musulmán ni refugiado. Nació en Cardiff y sus padres proceden de Ruanda.

Pero la amenaza no se ha disipado por completo. Se especula con posibles conatos de violencia en Inglaterra en los próximos días y la irrupción de incidentes intimidantes en Escocia este fin de semana.

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Precisamente se ha convocado en Glasgow una concentración en defensa de la unidad del Reino Unido que está promoviendo el apodado Tommy Robinson, notorio por sus falsedades sobre musulmanes y sujeto actualmente a un nuevo caso penal por ignorar la sentencia que recibió por injuriar a un escolar sirio.

Plataformas antirracistas y grupos sindicales mantienen la llamada a la protesta para recuperar el control de las calles que se perdió temporalmente ante la carga de violencia e intimidación de los ultras.