Yan Li Chen: «Quería ser abogada para ver bien el mundo, mis padres no se lo esperaban, pero ahora están felices»
Es la primera letrada de su familia, que regenta el Palacio imperial, un restaurante asiático de la calle Paraguay de Ferrol
La Voz de Galicia, , 07-08-2024an Li Chen es una de las nuevas abogadas colegiadas este año en Ferrol. Fue la única mujer de esta generación, junto a tres compañeros, y también es la primera de su familia en ponerse una toga, ya que sus padres regentan un restaurante chino en la calle Paraguay. Ella nació en Vigo y creció en Ferrol; sus padres llegaron a España cuando rondaban la treintena para abrir negocios, como tantos otros compatriotas.
Al principio la vocación por las leyes de su hija les sorprendió, pero ahora están muy orgullosos: «Quería ser abogada para ver bien el mundo, mis padres no se lo esperaban, aunque ahora están felices», cuenta una profesional que trabaja en la asociación Accem, que tiene su sede gallega en A Coruña.
En las oficinas de esta entidad se vuelca en una labor delicada y vocacional, ya que se encarga de asesorar a las personas que llegan desde otros países pidiendo asilo o refugio, a veces casi a la desesperada. «El procedimiento con el que se tienen que encontrar es enrevesado y complicado, así que la labor que hacemos es fundamental», cuenta una gallega con raíces en un país que solo ha visitado dos veces en toda su vida. «Yo siempre me he sentido bien acogida y gallega, pero no siempre es así», reconoce una letrada que ha ido recorriendo la comunidad. Nació en Vigo, pero se trasladó muy pronto con sus padres a Ferrol, donde estudió en el colegio del barrio de Canido. Después eligió la facultad de Santiago de Compostela para estudiar la carrera. Habla y escribe chino, porque se preocupó de aprender bien el idioma en la Escuela de Idiomas de Ferrol.
Identidad mixta
«Mis padres no me hablan mucho de cómo fue su llegada a Galicia y cómo comenzaron a trabajar, es algo de lo que están contentos, pero no lo mencionan mucho —confiesa—. Yo me siento muy gallega, pero consciente de mis orígenes, es algo que sucede a muchas personas en mi situación, un tipo de identidad fluida, mixta… de aquí y de allí», detalla en un alto en las intensas jornadas en las que ayuda a migrantes recién llegados de otros países.
«Son historias admirables, pero no creo que deba contarlas, les corresponden a ellos y a la entidad dar datos de los orígenes y el estado», aclara sobre su día a día.
Como es habitual, desde que es pequeña sus amigos hicieron una versión de su nombre a la ferrolana: «Todos me llaman Lili desde pequeña y me gusta mucho el nombre», cuenta una letrada de 36 años que tardó en dar el paso de colegiarse. Sus planes siguen estando en el ámbito de la ayuda a los migrantes desde la organización en la que trabaja en A Coruña.
No se plantea, por ahora, abrir un despacho o entrar a trabajar en otro bufete. «Entré en el Colegio de Abogados este año por si lo necesitaba, pero por ahora no voy a ejercer en los juzgados», cuenta sobre una vía laboral que otros compañeros de profesión han adoptado con la peculiaridad de especializarse en clientes con sus mismos orígenes. Así, en Ferrol hay letrados de origen sudamericano especializados en atender todo tipo de asuntos de compatriotas y de personas llegadas de América Latina.
«No se me había ocurrido esa opción, porque estoy muy satisfecha con el trabajo que hago, es una manera de conocer el mundo y poder aplicar todo lo que estudié en la carrera», detalla una abogada ferrolana que desborda alegría a pesar de los casos duros con los que se encuentra a diario.
(Puede haber caducado)