La saturación en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Ceuta ha resultado en la dimisión de su director, José Durán, el anuncio del traslado inminente de 50 migrantes el próximo sábado 3 de agosto, de manera extraordinaria y numerosas críticas a la gestión del centro de acogida ceutí.

Amparo González Ferrer, subdirectora de Análisis Migratorio, visitó recientemente el CETI para evaluar de primera mano la situación. Durante su visita, constató la congestión del centro, provocada por el reducido número de migrantes que la Policía Nacional permite trasladar a la península. Esta situación ha generado tensiones y conflictos entre los internos, agravando aún más la problemática del centro.

En le CETI, González Ferrer pudo constatar cómo la falta de plazas en el CETI está provocada por el reducido número de migrantes que la Policía Nacional permite trasladar a la península. La subdirectora pudo escuchar los testimonios de los trabajadores del CETI, quienes denunciaban que el ambiente dentro del centro es muy tenso debido a la diversidad de las personas que se encuentran alojadas, lo que en ocasiones desemboca en conflictos entre los propios internos.

Una fuente informada confirma a este medio que la Secretaría de Estado de Migraciones había comunicado al grupo de Extranjería de la Policía Nacional de Ceuta que acelerara los trámites para permitir la salida de personas migrantes a la península, incluso con la promesa de que serían acogidos, ya que Migraciones disponía de recursos suficientes para poder recibir en centros peninsulares a los migrantes desde Ceuta. Pero los responsables policiales adscritos a Extranjería desecharon la opción argumentando que se debían cumplir los tiempos de la tramitación, que son lentos, trasmitiendo la queja de los funcionarios de extranjería de falta de medios técnicos y humanos para poder abordar las llegadas que se producen a la ciudad autónoma.

La visita de González Ferrer dejó en evidencia la falta de colaboración entre los ministerios de Interior y Migraciones. Tras su inspección y la falta de colaboración de Interior, la Secretaría de Estado de Migraciones ordenó a la dirección del CETI no permitir la entrada de ninguna persona que llegara a España de manera irregular, una medida que perjudicó a una veintena de personas vulnerables que han permanecido fuera del CETI, durmiendo a la intemperie, la noche del jueves.

En respuesta al revuelo generado, En la mañana de hoy Migraciones ha comunicado que se ha permitido la entrada de 16 migrantes en situación de extrema vulnerabilidad y se ha anunciado que se agilizarán los traslados a la península. Según informaciones publicadas por el medio local, El Faro de Ceuta, la delegada del Gobierno, Cristina Díaz, había comunicado la salida inminente de 160 personas con destino a la península. Aunque esta cifra no ha sido confirmada oficialmente, durante el curso de una reunión celebrada al mediodía con el ya dimitido director del CETI al mando, se ha acordado que 50 migrantes sean trasladados mañana sábado 3 de agosto de manera extraordinaria.

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La gestión del director del CETI, José Durán, había sido objeto de críticas tanto por trabajadores como por organizaciones no gubernamentales. Durán, conocido por su falta de empatía y su dureza en la aplicación de medidas disciplinarias, ha sido relacionado con trágicos incidentes que culminaron en los suicidios de dos jóvenes migrantes el año pasado. Activistas denuncian que estas tragedias fueron consecuencia de la falta de atención y medidas adecuadas por parte de la dirección del CETI.

El Gobierno de Ceuta ha emitido un comunicado a El Mundo, expresando su esperanza y confianza en que la administración competente resolverá satisfactoriamente esta situación que preocupa al ejecutivo ceutí, presidido por Juan Jesús Vivas.