MADRID.- Durante varios días, un grupo de menores ha permanecido detenido en condiciones infrahumanas en la comisaría de Tenerife sur. Los niños han dormido a la intemperie sobre el cemento de las aceras sin ningún tipo de mantas contra el frío, completamente desatendidos, según ha denunciado la Confederación Española de Policía (CEP).

Por este motivo, este sindicato policial ha presentado un escrito ante el Consejo de la Policía en el que acusa de las graves irregularidades cometidas al comisario Luis Carrión, responsable de estas dependencias situadas en Playa de las Américas. También piden que se le abra un expediente por falta muy grave debido a su mala gestión.

«Acusamos al Ministerio del Interior de maltratar a los menores, dejándoles en situaciones infrahumanas. Pedimos que se abra un expediente por falta muy grave al comisario Carrión y el cese inmediato del comisario general de Extranjería y Documentación, José Ignacio Araujo, por su incapacidad demostrada en los últimos años», aseguró ayer el portavoz de la CEP, Rodrigo Gavilán.

La situación de la comisaría ayer por la tarde era tranquila, ya que apenas quedaban 20 inmigrantes. La mayoría ha sido trasladada al campamento de las Raíces, de donde han salido cuatro o cinco vuelos diarios hacia Fuerteventura, donde existe otro centro de internamiento en el Matorral.

Como publicó este diario el pasado 14 de agosto, cientos de subsaharianos, entre ellos varios menores, han permanecido hacinados en esta comisaría mientras el juez tramitaba su orden de ingreso en los centros de internamiento. Tanto el garaje como la rampa de bajada y los exteriores ajardinados del recinto se han convertido en zona de residencia de cientos de ‘sin papeles’.

La detención de estos adolescentes, privados de libertad, incumple todo tipo de normativa, ya que, al estar especialmente protegidos por ley, deben pasar inmediatamente a disposición del fiscal y de los servicios de protección de la comunidad autónoma.

En su escrito, la CEP también se queja de que el comisario Carrión no proporciona ningún medio sanitario o vacunación para proteger a los policías. Tampoco se lavan las colchonetas donde duermen los subsaharianos ni se desinfecta el garaje, con lo que las condiciones higiénicas dejan bastante que desear. De hecho, sólo hay dos baños y duchas para atender a todos los indocumentados, que han llegado a rebasar el millar.