Kamala Harris despierta a los demócratas y comienza a dar la vuelta a las encuestas

El entusiasmo generado por la nueva candidata hace soñar con una participación masiva que le abriría el camino hacia la Casa Blanca

Diario Vasco, Mercedes Gallego Corresponsal. Nueva York, 26-07-2024

Parecía que a casi cien días de las elecciones la victoria de Donald Trump era inevitable, convertido en superhéroe en los memes de las redes sociales tras salir ileso del intento de atentado, frente a un rival de 81 años que se tambaleaba por las escaleras. Todo cambió de un momento para otro con la entrada en la campaña de Kamala Harris, la nueva heroína. Ahora las encuestas dicen que otro presidente diferente al republicano es posible. O más bien, presidenta.

El entusiasmo que ha generado la renovación de la candidatura demócrata y la velocidad sin precedentes con la que Harris ha unido a la formación, se han traducido ya en donaciones, voluntarios e intención de voto. De la noche a la mañana, algunas de las encuestas que ponían a Trump en la Casa Blanca han dado la vuelta.

En la que Reuters le encargó a Ipsos después del anuncio, Harris le saca dos puntos al magnate, en lo que se interpreta como un empate, al haber un margen de error del 3%. La de CNN es más pesimista, porque si bien la vicepresidenta ha mejorado el resultado de Biden, sigue a tres puntos del magnate, la mitad de lo que éste le sacaba a Biden. Harris se lleva el 95% de los que apoyaban a su jefe en sondeos anteriores y se divide el voto de los que no respaldan ni a uno ni a otro, pero hay una diferencia sustancial. Mientras los que se decantaban por Biden decían votarle para evitar la vuelta de Trump, la mitad de los que apuestan por Harris lo hacen por su figura. Eso supone una diferencia de entusiasmo que abre la puerta a la participación masiva que necesitará para ganar.

Será difícil que pueda conquistar a votantes de Trump, por lo que su victoria dependerá de que sea capaz de movilizar al 38% de estadounidenses que no se molestó en votar en los anteriores comicios. Harris sigue siendo una desconocida para la mayor parte del país al haber pasado los últimos cuatro años a la sombra del presidente. Ahora tiene la oportunidad de definirse, antes de que lo haga por ella la campaña de Trump. Sólo hay una oportunidad para una primera impresión, y Estados Unidos está mirando.

La vicepresidenta y su campaña, heredada de la de Biden, lo saben, pero también todos los que estaban desmoralizados con las perspectivas electorales. En cuestión de horas Harris no sólo unificó al partido. También batió el récord de donaciones con 81 millones de dólares en un solo día. El número de voluntarios en los estados clave se han disparado, con más de 58.000 personas ofreciéndose. «En Pensilvania y Nevada literalmente se presentan en la puerta preguntando qué pueden hacer para ayudar», contó un alto cargo de la campaña a Scripps News. Harris es ahora la candidata de la esperanza que definiese a Barack Obama. El ‘sí se puede’ que éste heredó de la activista sindical César Chávez, cuya nieta, Julie Chávez, fue voluntaria de Obama y participó en su Gobierno como directora de Empleo Juvenil y ahora dirige la campaña de Harris, ha cobrado nueva vida. «Fire up and ready to go! (¡Encendidos y listos para marchar!)» vuelven a cantar los voluntarios, como en los tiempos de Obama.

Cifra sin precedentes
Su campaña bate el récord de donaciones, con 81 millones de dólares en un solo día
Furor
El número de voluntarios en los estados clave también se han disparado, con más de 58.000 personas
Hollywood no ha tardado nada en seguirle el paso a la ex fiscal general de su estado. George Clooney, que lideró la caída de Biden después de ayudarlo a recaudar fondos, dijo en un comunicado estar «entusiasmado» y dispuesto a hacer «lo que haga falta» para apoyar a la vicepresidenta «en su cruzada histórica».

El director de cine Spike Lee, que fue clave para la llegada del primer presidente negro, la congratuló con un guiño racial en las redes: «Una vez más, ha llegado una hermana al rescate», escribió en X. La actriz Barbra Streisand agradeció profundamente a Biden haber pasado el testigo a Harris, porque «ella trabajará para restaurar la libertad reproductiva de las mujeres». El contraste que supone la fiscal «con un delincuente convicto», o «un mentiroso patológico» que ha sido encontrado responsable de abusos sexuales, y que «ha incitado una insurrección contra nuestra democracia», es el guión de su campaña.

«Enciérralo»
Las multitudes que la recibieron el martes en Wisconsin, y este miércoles en Illinois y Texas coreaban el eslogan de Trump contra Hillary. «¡Enciérralo!», pedían. No es lo único que se ha vuelto contra Trump. Su campaña lleva seis meses planteando una estrategia de contraste entre su vigor y el declive de Biden, pero ahora su rival es casi veinte años más joven que él y representa la imagen de juventud y frescor que se le escapa al magnate de 78 años. Mientras cantantes como John Legend se proponen destacar «la elegancia y el patriotismo» de la vicepresidenta para hacer historia con ella, el actor Robert de Niro no perdía el tiempo: «No hay nada más importante para nuestro país que derrotar a Trump en las urnas», dijo en un comunicado.
Trump ha pedido que sean los estadounidenses con su voto, y no los tribunales o el Congreso, los que le juzguen. Su deseo se ha hecho realidad, porque el acusado se enfrentará en las urnas a una fiscal que, como mujer de color, pretende hacer justicia a todos los grupos maltratados por el magnate en su campaña.

Hay uno que se le escapa, el de los hispanos. Trump sigue sacándole entre cinco y nueve puntos a Harris en ese sector demográfico, que se siente directamente amenazado por la nueva ola de inmigración que azota al país. Los recién llegados compiten por sus puestos de trabajo, a tarifas más económicas y con ayudas sociales para vivienda, alimentación, escuelas y otras necesidades básicas, de las que no siempre disfrutan los que llevan décadas en Estados Unidos, pagando impuestos para cuando les dejen regularizar su situación. Harris tiene mucho que hacer. La luna de miel de la que disfruta esta semana no durará para siempre. Estados Unidos está bajo el efecto antidepresivo Prozac de las posibilidades abiertas con el relevo de Biden. El marcador de la campaña ha vuelto a cero y todo es posible.

Trump pide bloquear el traspaso de fondos de Biden a su vicepresidenta
El equipo de campaña de Donald Trump ha presentado una queja ante la Comisión Federal Electoral por el traspaso de los fondos recaudados por Joe Biden a Kamala Harris. Argumenta que la vicepresidenta «trata de perpetrar un robo de 91,5 millones de dólares (algo menos de 85 millones de euros)». «Constituiría la mayor contribución excesiva y la mayor violación en la historia de la Ley de Campaña Electoral Federal de 1971», subrayaron los representantes del candidato republicano en un escrito recogido por la cadena de televisión CNN.

El equipo de Trump denuncia «una contribución excesiva de casi cien millones de dólares» y acusa a los demócratas de «presentar formularios fraudulentos ante la comisión pretendiendo reutilizar el comité de campaña principal de un candidato (Biden) para el uso de otro (Harris)».

Desde la candidatura de Harris se ha salido rápidamente al paso de la demanda y su portavoz, Charles Kretchmer Lutvak, asegura que los republicanos están «celosos» de sus rivales por su motivación «para derrotar a Donald Trump» y sus aliados seguidores del movimiento MAGA (Make America Great Again; hacer América grande de nuevo, en español). Lutvak advirtió además a los ayudantes de Trump de que mientras se centran en «reclamaciones ilegales fundadas, como las que han hecho durante años para tratar de suprimir votos y robar elecciones, sólo se distraerán» mientras los demócratas «inscriben voluntarios, hablan con los votantes y ganan las elecciones». (Por M. R.)

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